Bajo su batuta no hubo durante más de dos décadas piedra del Antiguo Egipto que se tocara en el país sin su permiso. El arqueólogo Zahi Hawass ha pasado por España para dar una conferencia invitado por la organización de la exposición Tutankhamón, la tumba y sus tesoros. Todopoderoso exsecretario general del Consejo Superior de Antigüedades (2002-2011) y exministro, a sus 72 años sorprende verle con elegante traje y corbata en vez de con el inseparable atuendo que le ha valido el sobrenombre del Indiana Jones egipcio, coronado con su eterno sombrero de ala ancha, que, por cierto, puede adquirirse (no el suyo, claro, sino similares) al módico precio de 18,50 euros en la tienda de la muestra, que hasta el 19 de abril ofrece en Ifema una reconstrucción exacta de las cámaras funerarias del faraón niño y réplicas de un millar de las «cosas maravillosas» halladas en su interior, como las calificó su descubridor, Howard Carter, en 1922.

-¿En otra vida le habría gustado ser un faraón?, ¿o faraona?

-Me habría gustado ser Khufu, el constructor de la Gran Pirámide de Giza, luciendo la doble corona. Sí, me gustaría volver 4.000 años atrás.

-Asesinato, infección en herida de la rodilla, accidente… ¿de qué murió Tutankamón?

-No es cierta la teoría de que fue asesinado, por ese agujero en la parte posterior de la cabeza. Con la tomografía computerizada hemos visto que se hizo para extraer el líquido de la momificación. Pero sí tenía una fractura en la pierna izquierda y tuvo un accidente dos días antes de morir, y tenía los pies planos y no le llegaba bien la sangre a los dedos. También tenía malaria. El mes que viene sabremos si tenía infección y entonces el accidente con el carro sería la causa más probable. Estoy en un proyecto para escanear 20 momias y examinar su ADN. Una es la de Ramsés V, que murió de viruela.

-En el 2015 discrepó con el arqueólogo Nicholas Reeves, que decía que Nefertiti, mujer de Akenatón, padre de Tutankamón, estaba en la KV-62, junto a la cámara funeraria de Tut.

-Era una teoría equivocada. Se utilizaron cuatro radares, italiano, japonés, de National Geographic… y los radares no mostraron nada. Y llevé a un experto la lectura del radar que, según decían, mostraba que había un 90% de posibilidades de que Nefertiti estuviera ahí y dijo que no estaba bien. Tutankamón no era hijo de Nefertiti, no iban a enterrarlo en una tumba que fuera la de su madre. Además, nadie bloquearía la tumba de otro con la suya. Pero el encargado de Antigüedades de aquel momento, que quería ser famoso, apoyó la teoría.

-¿Y dónde cree que está Nefertiti?

-Estoy buscando su tumba a en la zona occidental del Valle de los Reyes, creo que está allí. Estamos excavando ahí y ya he encontrado 30 talleres para construir tumbas, un horno de cerámica, un taller para hacer incrustaciones, una tumba de construcción con las herramientas para hacer tumbas y, la semana pasada, un taller de momificación. Por eso creo que puede estar allí.

-¿Cuál cree que será el próximo gran descubrimiento?

-La tumba de Nefertiti en el Valle de los Reyes. Quizá hoy, quizá mañana, o dentro de un año. Un buen arqueólogo debe ser muy paciente y yo lo soy. Como Carter, sí.

-¿Y qué le gustaría más a usted descubrir?

-La tumba de Nefertiti. Ahora tengo a 300 trabajadores en ello. El jueves vuelvo a mi excavación, que es mayor que la de Carter, que tenía 100.

-Queda claro. ¿Por qué cree que con lo revolucionario que fue Akenatón, que se cargó la religión politeísta, sea más famosa su esposa Nefertiti?

-A ella el busto de Berlín la ha hecho famosa. Pero Akenatón fue un gran tipo. Fue el único hombre en la tierra que dijo que solo había un dios, el dios sol, pero su gran error fue obligar a todos los egipcios a adorar al dios a través de él. Y cuando murió se acabó la teoría de un único dios. Y Nefertiti creo que fue corregente y a su muerte reinó con el nombre de Smenkhare.

-Hace un año armó un revuelo en Palermo. Se dijo que afirmó que había hallado la tumba de Cleopatra. ¿Dónde cree que está?

-No, no, no, no. Yo estaba en una conferencia en Italia y hubo un problema de traducción y dijeron eso. No era cierto. La teoría de Kathleen Martínez de que está en el templo de Taposiris Magna es equivocada, no hay nada. Cleopatra fue enterrada en su tumba, que está junto a su palacio, que creo está bajo el agua en la zona de la antigua Alejandría. Y la tumba de Marco Antonio, que tenía su palacio al lado, podría estar cerca.

-Se le criticaron mucho sus mediáticas puestas en escena de descubrimientos, sus apariciones multitudinarias... ¿No hay otra manera de atraer turistas a Egipto?

-No, no, no. Son los medios los que me persiguen a mí. Tú me estás entrevistando, doy entrevistas todo el día. Ahora doy conferencias, me llaman de Estados Unidos, estoy excavando en el Valle de los Reyes, sigo activo y allí donde voy promociono Egipto, mi país. Si eres famoso siempre encontrarás gente que te ataque. Con la revolución (alude a la Primavera árabe, cuando al caer el presidente Mubarak tuvo que dejar el cargo de ministro de Antigüedades y fue absuelto tras ser acusado de corrupción y malversación de fondos públicos), muchos me atacaron pero un hombre sabio me dijo: no dejes que eso te afecte. Pon tus libros (ha publicado 50) uno sobre otro y verás que son más altos que la persona que te ataca. Y cuando la revista New Yorker publicó 30 páginas sobre mí, 15 atacándome y 15 diciendo cosas buenas, fue Omar Sharif quien me dijo ‘¿por qué dejas que te afecte?’. Y aprendí a no perder el tiempo con idiotas. Me da igual que me ataquen. A los estudiantes les digo que la pasión por la arqueología me cambió la vida y esta profesión me enseña a mirar siempre hacia adelante.

-El espectacular nuevo museo de El Cairo, que se inaugurará en abril, ¿logrará recuperar el turismo? La amenaza terrorista sigue ahí, el año pasado hubo atentados.

-Egipto es un país seguro. Si vas a Egipto no te puede pasar nada, está totalmente controlado a nivel de seguridad. Y el museo será el proyecto cultural más importante del mundo, será un regalo de Egipto para el mundo, para demostrar que nosotros creemos que estos bienes pertenecen a todo el mundo.

-¿Es misión imposible que sean devueltas a su país las piezas del Antiguo Egipto de museos de medio mundo?

-No hay misión imposible para Zahi Hawass. He devuelto 6.000 piezas a Egipto y lidero una solicitud con intelectuales.