La pasión, el flamenco y la etnia gitana se funden en las fotografías del cineasta Carlos Saura, que por primera vez refleja su visión sobre ese mundo en una exposición a través de 75 instantáneas tomadas en diferentes momentos de rodajes, ensayos de películas u obras de teatro. La muestra, denominada Flamenco, que sirvió ayer para inaugurar el nuevo espacio cultural de la plaza de toros de Málaga, exhibe la faceta fotográfica de Saura y evoca a través de imágenes en blanco y negro la emoción del cuerpo humano hecho arte, la fuerza del movimiento contenido y el sentimiento y la pasión de los artistas que figuran en ella.

A lo largo de la muestra se pueden contemplar retratos de José Mercé, Estrella Morente, Tomatito, Antonio Gades, Paco de Lucía, Rocío Jurado o Lola Flores, entre otros artistas, sobre los que el cineasta reconoció que ha sido «una maravilla» trabajar con todos ellos. En una de las paredes de la sala, rodeada de fotografías de las películas Bodas de sangre, Salomé o Sevillanas, se puede leer una frase con la que el cineasta reconoce haberse acercado al flamenco «de puntillas», siempre con el respeto a una música que siente «en lo profundo» y que al mismo tiempo «se le escapa de los dedos».

«Creo que el flamenco es de las cosas más bonitas que tenemos en este país», expresó en la presentación el cineasta, que cree que las posibilidades que tiene este arte en el futuro «son enormes» y que hay «todo un mundo nuevo» en torno a él. El director de ¡Ay Carmela -con la que Carlos Saura ganó catorce premios Goya- considera «obligatorio» abrir otros caminos en el flamenco; pero siempre «respetando lo ortodoxo», ya que -a su juicio- «ahí está la base de todos los flamencos», aunque a pesar de ello cree que «se puede avanzar», recordando el papel de la cantante Rosalía como fenómeno de renovación.