La escritora Carmen Posadas considera que la frivolidad es un componente muy necesario en la vida de las personas y que todas las épocas la han tenido, «desde los años 70, con su pose intelectual, a la actualidad, en la que ya nadie oculta que es frívolo». De frivolidad y manipulación habla Carmen Posadas en su última novela La maestra de títeres (Planeta), un retrato de la España de los últimos 60 años a través de Beatriz Calanda, una dama de la jet set madrileña, asidua de las revistas del corazón, casada cuatro veces (con un actor de moda, un intelectual de izquierdas, un aristócrata y un banquero) y con cuatro hijas, informa Efe.

Un personaje de ficción, asegura Posadas, en la que aunque el lector pueda identificar en un principio a alguna persona real, luego se dará cuenta de que no es quien piensa: se trata de un «collage» realizado a partir de gente que la propia autora ha conocido a lo largo de los años.

Porque nadie, ni sus maridos ni sus hijas, sabe quién es Beatriz Calanda en realidad, y para descubrirlo la novela viaja a su adolescencia en el Madrid de la Transición y a la época de la juventud de su madre en los años de la posguerra. Carmen Posadas, nacida en Uruguay en 1953 y nacionalizada en España, retrata en esta novela a la alta sociedad de Madrid, desde los años 50 a la actualidad, a través de personajes de ficción que mezcla con otros reales, un ambiente que ella conoció personalmente. «Quien mejor retrata a un país es quien viene de fuera», sostiene la escritora, Premio Planeta 1998, que asegura que aunque en los años 70 se renegara de la frivolidad «era un esnobismo como otro cualquiera, aunque la pose fuera intelectual».

En su novela habla de tres prototipos de mujer: el de la protagonista, Beatriz, a la que retrata la frase «la verdad no existe, la verdad se fabrica» -señala Posadas-; el personaje de su madre, Ina, que no se siente identificada con la alta sociedad de los años 50 en la que vive; y la hija, Gadea, que también se rebela contra el mundo de la jet. Un mundo de exclusivas que cada vez tiene más profesionales, considera Carmen Posadas, gente que ha hecho de su venta su forma de vida y que lo practican voluntariamente aunque se quejen de que les persiguen los paparazzi. Y aunque en la actualidad es más difícil inventarse un pasado, «con las noticias falsas ahora a nadie le importa la verdad», recalca Posadas, que habla en esta novela de las relaciones entre madres e hijas.