Woody Allen redacta sus guiones a máquina. Lo hace en una Olympia que compró hace 40 años. Una vez escritos, mete todos los folios en la cómoda de su habitación, y de vez en cuando los repasa a mano encima de su cama. Cuando quiere quitar o añadir alguna frase a sus diálogostira por la vía manual: coge tijeras y grapas.Así lo explica el cineasta neoyorquino, riéndose de él mismo, en 'Woody Allen: a documentary', donde el creador de 'Delitos y faltas' y 'Annie Hall' abre las puertas de su casa y de su cerebro a Robert Weide (director de 'Larry David'). Toda una hazaña, teniendo en cuenta la severa alergia que el neoyorquino tiene a las entrevistas.

Presentado en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), el documental cuenta con la colaboración de estrellas como Martin Socorsese y Diane Keaton, que confiesa abiertamente que, en sus años mozos, hizo todo lo posible para enamorar a Allen.