Un total de 27 conciertos --dos más que en la edición del 2011-- y 16 actividades formativas --una menos que el pasado año-- integrarán la programación del 32º Festival de la Guitarra de Córdoba, que se celebrará en cuatro escenarios del 3 al 14 de julio con igual presupuesto que la vez anterior, en torno al millón de euros, y algunas novedades. Destaca entre ellas que por vez primera se potencia la obra de encargo expreso por parte de la organización, así como el incremento del jazz y otros géneros musicales, e incluso instrumentos, que se suman al sonido clásico de la guitarra.

Así lo anunció ayer Juan Miguel Moreno Calderón, concejal delegado de Cultura, en una rueda de prensa convocada poco antes de que el consejo rector del Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE) aprobara el programa formativo y las actividades complementarias del festival. Sin embargo, en lo que más se extendió el también presidente de ese organismo, al que acompañaba el gerente, Juan Carlos Limia, fue en el avance de contenidos (al 90%) de la que defininió como "la cita cultural más importante de Córdoba y la de mayor consenso". Por eso el nuevo equipo de gobierno, sin renunciar a ciertas novedades, no haya querido "cambiar por cambiar lo que viene funcionando".

Como respuesta al deseo de aumentar las composiciones de encargo "con la perspectiva histórica de consolidar un corpus creado por iniciativa del festival", la inauguración, en el Gran Teatro, consistirá en el estreno mundial del Concierto de Córdoba , obra del madrileño Tomás Marco que interpretará la Orquesta de Córdoba dirigida por José Luis Temes y con Pablo Sanz como solista.

En el mismo coliseo se celebrarán otros ocho conciertos. Entre ellos dos de jazz, a cargo de John Scofield Hollowbody Band y Kurt Elling con Charlie Hunter; el de la Joven Filarmonía Leo Brouwer, que presentará obras nuevas; el Ballet Flamenco de Andalucía, José Antonio Rodríguez y Egberto Gismonti, guitarrista, pianista y compositor brasileño de fama mundial, uno de los platos fuertes del evento.

Serrat y Sabina llevarán su nuevo espectáculo al Fontanar, y en el Teatro de la Axerquía se disfrutarán seis actuaciones --entre ellas alguna de rock--, aunque solo hay cerradas tres: el flamenco fusión de Pitingo, la música celta de Luar na Lubre y el jazz de Robben Ford y Michael Landau. El Teatro Góngora se reservará a funciones de corte más clásico, como la música de laúd de Luis Delgado o la vihuela de Ariel Abramovich, junto al arpa y flauta del dúo Amma. Intervendrán también el dúo Cuenca con estrenos, Mircea Gogoncea --ganador del concurso del pasado año-- y Barrueco, entre otros.

Se mantiene el mismo presupuesto de la edición anterior, en torno al millón de euros "que es una cifra sostenible", según Moreno Calderón. No obstante, se intentará fomentar el retorno de parte de esa cantidad incentivando la venta de entradas con el aumento de la promoción externa. Así, el festival se publicitará en Madrid una vez más, pero también en otras ciudades españolas y hasta en París, dentro del Festival de la Diversidad Cultural, y en otros países extranjeros a través del Instituto Cervantes. En definitiva, como afirmó Juan Carlos Limia, se ha buscado en todo "el equilibrio" entre lo clásico y lo innovador en todos los sentidos.