El poeta Carlos Pardo ha trazado un retrato de la generación de lo efímero, los jóvenes actuales que van "a la caza del momento significativo", en su primera novela, Vida de Pablo , donde juega con los límites entre la realidad y la ficción. "Somos consumidores de experiencias y cuando las agotamos, encontramos un vacío, el aburrimiento absoluto y, por eso, buscamos otras nuevas", afirma Pardo. Editada por Periférica, Vida de Pablo se anuncia como una biografía, pero es solo una excusa que su autor utiliza para reflexionar sobre el aprendizaje y la madurez emocional, cuestión que ya había tratado en sus poemas.

"Mi poesía siempre ha estado influida por la narrativa", afirma el escritor madrileño, que tras publicar tres poemarios --El invernadero (1995), Desvelo sin paisaje (2002) y Echado a perder (2007)-- ha cambiado de género, porque necesitaba "algo más ambicioso y con frescura". Esta evolución se refleja en Vida de Pablo , una novela con la que el autor pretende confundir al lector y que este no distinga qué es verdad y qué no.

"Uno de los traumas de la sociedad es empeñarse en distinguir lo real de la invención", explica el autor. El "engaño" se advierte ya en el título. El personaje principal, Carlos, comienza el libro con el objetivo de contar la historia de su amigo Pablo, un joven artista que ha dejado de crear para abandonarse a la bebida y las drogas.