El profesor y novelista José Guadalajara recrea en su obra La maldición del Rey Sabio. Intriga en la Corte de Alfonso X (Ediciones Pamies) el ambiente cultural y artístico de la Sevilla que Alfonso X El Sabio eligió como Corte, y la actividad de su "Scriptorium", en el que se elaboraron valiosos códices. Guadalajara también cuenta en su novela histórica cómo durante la sublevación de su hijo Sancho, a partir de abril de 1282, Sevilla, lo mismo que Murcia y Badajoz, se mantuvo fiel a Alfonso X y fue en la capital andaluza donde el Rey Sabio desheredó y maldijo a su hijo, en noviembre de 1282.

De ahí que el criptograma que aparece en el escudo de Sevilla "NO&DO" refleje la fidelidad de la ciudad a su monarca y, según dijo el autor, "el arzobispo de la ciudad en ese tiempo, don Remondo, fue uno de sus más fieles colaboradores y uno de los albaceas encargados del cumplimiento del testamento" de Alfonso X. Según Guadalajara, Alfonso X, conocido como el Sabio o el Astrólogo, aunque nació en Toledo, "siempre tuvo una relación muy especial con la ciudad de Sevilla; en su alcázar gótico murió el 4 de abril de 1284, tras una penosa enfermedad que le produjo malformaciones en la cara e, incluso, la salida del ojo izquierdo de su órbita".

"En esos siglos no existía capital del Reino, sino que ésta se hallaba en donde el Rey se encontraba, así que Sevilla, ciudad en la que Alfonso X residió durante más tiempo, se convirtió en centro cultural y político de gran relevancia", explicó Guadalajara. En su "Scriptorium" se elaboró una de las últimas obras debidas de su iniciativa.