Con esperado lleno de público, anoche tuvo lugar en el Gran Teatro la primera de las dos funciones programadas de la ópera Don Giovanni, representación prevista inicialmente para el jueves, pero que hubo de ser aplazada al viernes al sufrir un accidente el barítono que encarna el papel protagonista en esta célebre ópera de Mozart. En efecto, al tener que buscar un sustituto para el venezolano Juan Tomás Martínez, se hacía necesario ese aplazamiento, el cual aumentó si cabe la expectación que ya existía en el público musical de la ciudad, ante la puesta en escena de esta ópera, una de las más apreciadas de todo el repertorio lírico. Finalmente, ha sido el veronés Marco Vinco quien asumiese el difícil papel de Don Juan, compartiendo escenario con Stefano Palatchi (Comendador), Yolanda Auyanet (Doña Ana), Luis Dámaso (Don Octavio), Ana Ibarra (Doña Elvira), Stefano de Peppo (Leporello), Beatriz Lanza (Zerlina) y David Rubiera (Masetto). Con tan buen elenco de cantantes solistas, la participación del Coro de Opera Cajasur y la Orquesta de Córdoba, ha correspondido la dirección musical a Manuel Hernández Silva, quien, a juzgar por los aplausos recibidos, cosechó una actuación más que notable. Por otra parte, y con un carácter innovador y marcado acento andaluz, se asistió a una puesta en escena firmada por Francisco López, director del Teatro Villamarta de Jerez, institución responsable de la producción que se presenta hoy nuevamente en el Gran Teatro.

Dada la importancia del evento, no cabe duda de que la programación de Don Giovanni ha sido el mayor acontecimiento habido en la conmemoración en Córdoba del 250 aniversario del nacimiento del músico austriaco.

La ópera fue la mayor pasión que tuvo Mozart como compositor, gracias a la cual alumbró más de una veintena de títulos, muchos de los cuales no han dejado de representarse desde su estreno en vida del músico. Pero, de todos, quizás sea Don Giovanni el que más literatura ha generado, por la impronta que dejó en los compositores románticos y en la época contemporánea. Por ello, siempre que se programa en cualquier teatro de ópera del mundo, despierta una enorme atracción; lo que explica que también en nuestra ciudad, las localidades para las dos funciones programadas se agotasen poco después de ponerse a la venta.