El primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, presidente de turno de la UE, se mostró ayer partidario de

"dotar a Europa de volúmenes financieros más importantes" dedicados a la cultura para poder llevar a cabo proyectos como la biblioteca digital europea.

"En mi país el presupuesto de cultura representa más del uno por ciento del general. Me gustaría que en Europa sacáramos el presupuesto cultural de su mediocridad, que no nos quedemos en el 0,12 por ciento" actual, afirmó Juncker ante artistas e intelectuales reunidos en París con motivo de los Encuentros Europeos de la Cultura .

INICIATIVA DE SEIS PAISES El presidente de turno de la UE expresó su apoyo a la iniciativa de seis países de la Unión (España, Francia, Alemania, Italia, Hungría y Polonia) para crear una biblioteca digital, que permitiría el acceso en internet a volúmenes de diferentes bibliotecas europeas, pero afirmó que para poner en marcha el proyecto hace falta un mayor presupuesto.

La idea de crear una biblioteca digital europea fue lanzada el pasado jueves por los líderes de esos seis socios de la UE con el objetivo de contrarrestar la iniciativa del buscador de internet estadounidense Google de poner en la red 15 millones de títulos, libres de derechos, procedentes de media docena de bibliotecas estadounidenses y de la Universidad de Oxford.

Para Juncker, la biblioteca virtual europea es necesaria para "no tener que someterse ante la virulencia de los ataques de otros".

El jefe del Gobierno luxemburgués aseguró que para poner en marcha proyectos como ese es preciso aumentar el "insignificante" presupuesto europeo de cultura, que "traduce mal las ambiciones culturales nuevas de la nueva Constitución" europea.

Juncker aprovechó su intervención en Francia para alabar la Carta Magna europea, que será sometida a referéndum en este país el próximo 29 de mayo.

DIVERSIDAD CULTURAL Aseguró que, aunque hace referencia a la libre competencia, el texto constitucional precisa "que debe respetarse la diversidad cultural".

"La Constitución dice incluso que son compatibles con el mercado interior las ayudas destinadas a promover la cultura y la conservación del patrimonio", agregó.

Juncker rechazaría una Europa que impidiera "a los Estados, a las regiones, a las administraciones locales, apoyar la acción cultural", ya que "la cultura no es un producto comercial, es una actitud ante la vida", señaló el presidente de la UE.