El 29 de enero del 2001 1.800 trabajadores de la empresa de telecomunicaciones Sintel, una filial de Telefónica, acamparon durante seis meses en el paseo de la Castellana de Madrid. Fue su modo de protestar contra la injustificada avalancha de despidos que vivieron en sus carnes tras la venta fraudulenta de la empresa a un líder anticastrista (se dice en el filme), la falta de interlocutores y la nula respuesta del Gobierno.

A modo de crónica periodística, el documental, con guión de Georgina Cisquella y dirección de Pere Joan Ventura, retrata ese triste episodio. Es, dice la guionista y periodista, un acercamiento al drama del paro, "la parte real de Los lunes al sol ".

EMBARGOS Y SEPARACIONES

Ventura utiliza el testimonio de trabajadores y sindicalistas para acercarse al origen, evolución y repercusiones del conflicto; también al drama familiar. A las consecuencias de los despidos: embargos, letras impagadas, separaciones familiares y crisis personales. Sitúa Ventura, además, la cámara en la zona de acampada, bautizada como El campamento de la esperanza , para narrar el duro día a día del colectivo, enseñando la construcción del poblado, las duchas a la intemperie, los días de lluvia y la mirada estupefacta de los transeúntes, pero también las partidas de mus, la camaradería, la visita del Nobel José Saramago "y la solidaridad de algunas empresas y personas que permitieron a los afectados sobrevivir".