Ensayo

¿Se pudo evitar el 11M?

El profesor Fernando Reinares reflexiona sobre los atentados de 2004

Fernando Reinares.

Fernando Reinares. / CÓRDOBA

Antonio González Carrillo

Antonio González Carrillo

El 11 M de hace veinte años fue una masacre de dimensión nacional e internacional. El gobierno de Aznar eludió rendir cuentas, se refugió en la mentira, invisibilizando a las víctimas y criminalizando a la oposición. Los afectados del acto terrorista de esa fecha fatídica representan a los que mueren sin que nadie asuma responsabilidades. El ensayo ‘11-M. Pudo evitarse’ (Galaxia Gutenberg, 2024) del catedrático de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos, Fernando Reinares, reflexiona y documenta sobre el conjunto de factores que explican cómo fue posible la matanza de los trenes de cercanías que ocasionó 192 muertos y más de 1.800 heridos.

Para Reinares es necesaria una reflexión profunda y madura del conjunto de la ciudadanía sobre las circunstancias múltiples que hicieron posible que terroristas islamistas ejecutaran los atentados sin impedimento alguno, sólo por sus habilidades y su voluntad de llevarlos a cabo.

Eludieron los controles que un sistema de inteligencia desarrollado en la lucha contra el terrorismo internacional debía haber previsto. Es cierto que falta conciencia social sobre esa amenaza en España, dado que las élites políticas no lo habían incorporado aún a sus agendas. Una legislación no adecuada, a juicio de Reinares, posibilitó la no persecución de los yihadistas en nuestro país, la falta de conocimientos policiales y el desatino de los jueces reforzaron a los terroristas.

El sistema policial, en concreto, en alusión a lo que denomina «efecto bumerán», ignoró por completo los «entornos permisivos» que beneficiaron a los terroristas yihadistas. Hubo una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados que señala que el origen fue un deseo de venganza de Abu Dahdah, líder de Al Qaeda en España, que fue juzgado y encarcelado en la ‘Operación Dátil’ tras desmantelar la célula islamista a la que pertenecía A. Azizzi, cerebro ideador e inductor principal de los atentados.

Los asesinados el 11 M eran trabajadores, estudiantes y, en una gran parte, migrantes. Entre los heridos muchos carecían de documentos de residencia y no acudieron a los hospitales porque temían ser detenidos, antes que atendidos.

El Gobierno de Aznar inoculó mentiras con apariencias de verdad para ganar tiempo ante las inminentes elecciones generales. Crearon el bulo de que había sido ETA la autora de la masacre.

Aún hoy, veinte años después, alrededor de un tercio de los españoles cree que la organización terrorista vasca participó en el 11 M. Y así lo sostienen la mitad de los votantes del PP. Esta narrativa sostiene Reinares condensa los bulos sobre la autoría etarra del 11 M con la connivencia del PSOE y una lista delirante de colaboradores. Los conspiranoicos suplantaron la identidad de las víctimas del yihadismo sembrando las dudas sobre sus verdugos. El expresidente Aznar sigue utilizando a día de hoy una ficción acerca de la autoría de «autores intelectuales en desiertos remotos» para no culparse de sus propios y graves errores. Es el discurso conspiranoico del aznarismo.

Veinte años más tarde revisamos un pasado en nuestra historia reciente que está grabado en nuestra memoria. Nunca hubo un momento de más solidaridad nacional que el 11 M de 2004.

Es hora de acordarse de las víctimas, de los 192 muertos y los 1.875 heridos. La campaña política y mediática de desinformación que se inició hace veinte años nos llega hoy en forma de crispación y polarización contra la convivencia democrática.

‘11-M. Pudo evitarse’.

Autor: Fernando Reinares .

Editorial: Galaxia Gutenberg . Barcelona,

Año: 2024.

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