HISTORIA

La larga primavera de 1936

‘Fuego cruzado’, una nueva investigación sobre el inicio de la Guerra Civil

Un manifestante es golpeado por guardias de asalto republicanos, en febrero de 1936.

Un manifestante es golpeado por guardias de asalto republicanos, en febrero de 1936. / Agustín Centelles

La larga primavera de 1936, los cinco meses que van del 19 de febrero -día en que se puso en marcha el Gobierno del Frente Popular- y el 17 de julio -víspera del alzamiento militar-, constituye el periodo más complejo y decisivo de España durante la Segunda República. Fueron cinco meses, los transcurridos entre las elecciones de febrero y el golpe de Estado de julio, en los que se decidió el futuro de España. Nada estaba escrito o determinado en 1936; ni la guerra, ni la violencia, ni el éxito o el fracaso de la República. Nada estaba determinado, tampoco el comportamiento de los que optaron voluntariamente por la violencia que fue lo que hizo fracasar a la República.

Con una investigación exhaustiva y científica, un estudio riguroso de los hechos, sin posicionamiento ideológico alguno, los historiadores Fernando del Rey (La Solana, Ciudad Real, 1960) y Manuel Álvarez Tardío (Madrid, 1972) analizan en Fuego cruzado. La primavera de 1936 las causas de una violencia que en cinco meses se llevó la vida de 484 personas y dejó más de 2.000 heridos.

Este libro pretende ser un acercamiento a esa primavera desde la misma perspectiva que ha permitido a los mejores historiadores de la República explicar los cinco primero años, gracias a la luz y la consulta de numerosas fuentes primarias hasta hoy inexploradas. Y partiendo de una cuestión única, hasta ahora ignorada, que es analizar la primavera del 36 como si la Guerra Civil nunca se hubiera producido, evitando así la lectura de que fue el prólogo de la contienda, mutilada por la propaganda de cada bando. Es decir, procurando colocar el punto de mira en esos meses y obviando conscientemente el hecho de conocer su desenlace.

Trabajo exhaustivo y único

Aquellos fueron los cinco meses más importantes para comprender la historia de la democracia en la España de entreguerras. La existencia de una elevada conflictividad política y laboral, junto a una ineficaz gestión del orden público y una grave crisis de autoridad con un enfoque equivocado de los riesgos que acechaban a la sociedad, quebraron la fortaleza del Estado de derecho.

«El libro analiza la primavera del 36 como una entidad diferenciada, derivada de la compleja situación política y la especial correlación de fuerzas dibujada tras las elecciones...»

En el análisis singularizado de este periodo, el libro de Del Rey y Álvarez ofrece un trabajo exhaustivo y único hasta la fecha sobre la violencia política y de orden público que se constituyó como un desafío de primera magnitud en ese periodo. Supone la exposición más completa hasta ahora de los hechos tempestuosos de naturaleza política de esos meses, identificando a sus autores, sus víctimas y multitud de aspectos relacionados con los mismos, a través de un gran trabajo empírico. La violencia fue un factor determinante, pero no tuvo una dimensión aislada, por ello el libro examina también la vida política. Se analiza a fondo y se reconstruye la secuencia cronológica de la política de orden público; el papel que jugaron los gobernadores civiles, de los ayuntamientos, de jueces y policías; también el rol de los protagonistas de los principales hechos violentos, especialmente la izquierda revolucionaria y los falangistas.

Datos esclarecedores

Los datos de la violencia política en 1936 confirman que tras las elecciones de febrero se vivió uno de los periodos más convulsos de la corta vida de la República. Los casi mil episodios de violencia (977) constatados, con un resultado de 2.143 víctimas graves en cinco meses, son muy significativos.

Una primera conclusión es que los gobiernos de Manuel Azaña y Santiago Casares Quiroga fueron incapaces de garantizar a todos los ciudadanos los derechos y las libertades recogidos en la Constitución. Al no tener un discurso coherente y crítico contra la violencia, debilitaron la autoridad de sus gobernadores civiles. Peor aún, al considerar que solo era peligrosa la violencia falangista y no la de la izquierda quedaron maniatados pues, aunque se empleaban a fondo contra la violencia derechista, esta no cesaba e incluso se estimulaba a la izquierdista.

El libro analiza la primavera del 36 como una entidad diferenciada, derivada de la compleja situación política y la especial correlación de fuerzas dibujada tras las elecciones y el cambio de Gobierno que hicieron los republicanos de izquierdas. La singularidad vino también del ímpetu y la variedad de la movilización y la conflictividad desarrolladas desde que se formó el Gobierno de Azaña. Ningún otro periodo republicano es comparable a este por el volumen de la agitación.

‘Fuego cruzado’.

Autor: Fernando del Rey y Manuel Álvarez Tardío.

Editorial: Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2024.

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