Periodismo narrativo

El retrato de Silvia Labayru

La periodista Leila Guerriero se adentra en el drama de la dictadura argentina en ‘La llamada’

Leila Guerriero. | JOSÉ LUIS ROCA

Leila Guerriero. | JOSÉ LUIS ROCA / Manuel Molina González

Manuel Molina González

Leila Guerriero (Junín, Argentina, 1967) es una de las más destacadas representantes del nuevo periodismo iberoamericano, avalada por prestigiosos premios como el Gabo, Konex o Vazquez Montalbán. Acostumbrados a sus relatos en forma de crónica, su narrativa ha alcanzado una notoriedad más allá de la inmediatez periodística para erigirse en una mirada sociológica a nuestra sociedad. La autora ha reflexionado sobre lo que lleva a cabo y le pone nombre, periodismo narrativo: «Un oficio modesto, hecho por seres lo suficientemente humildes como para saber que nunca podrán entender el mundo, lo suficientemente tozudos como para insistir en sus intentos y lo suficientemente soberbios como para creer que esos intentos les interesarán a todos». La observación directa y las entrevistas en profundidad distinguen el género del que ha echado mano para esta obra.

En esta ocasión nos propone conocer a Silvia Labaryru de manera poliédrica y en capas, dando voz a quienes más cerca han estado de ella y a la propia protagonista, sin filtros. La protagonista es hija de una familia de militares, incluido su padre, que era miembro de la Fuerza Aérea y piloto civil. Siendo adolescente, en los años setenta, ingresa en un selecto centro educativo en el que se desarrollan agrupaciones de estudiantes ligados a la izquierda y en los que participa. En 1976 se produce el golpe de Estado que da pie a una dictadura militar, que desarrolla un sistema de terror y exterminio de la oposición como el llevado a cabo en la ESMA, la Escuela de Mecánica de la Armada, un macabro centro de detención que sirvió para torturar, asesinar y hacer desaparecer a miles de personas. En ese centro ingresó Silvia, detenida por su pertenencia a la organización Montoneros, de influencia peronista. No solo llega detenida con veinte años, sino que también lo hace embarazada de cinco meses.

En las dependencias de la ESMA dio a luz sobre una mesa, fue torturada y violada por un oficial. Es obligada a infiltrarse con un militar en la organización Madres de Plaza de Mayo, que terminará con tres madres y dos monjas desaparecidas. Hasta aquí podríamos decir que refleja una historia parecida a la de algunos de los pocos cientos de prisioneros que lograron salir con vida de ese infierno. Pero le quedaba aún por vivir una continuidad de este puesto que, llegada a Madrid, fue rechazada por una importante representación de quienes habían sido sus compañeros de militancia, que le adjudicaron el papel de traidora.

Con estas mimbres, Leila Guerriero nos presenta una narración en la que a cada hecho producido le va aportando una polifonía de voces a modo de capas de cebolla que van desvelando lo sucedido. Mientras tanto, el relato va sirviendo en la lectura para poder crear una perspectiva de los protagonistas -no olvidemos que son reales y aparecen con su propio nombre-. Se produce un extraño fenómeno, sobre todo al conocer cómo un grupo de exiliados ejerce un veredicto sobre uno de los suyos, sin que exista la posibilidad de contraargumentar las razones para tal decisión. Si Guerriero se hubiese quedado tan solo en la narración de los hechos acaecidos en Argentina el relato hubiese quedado en un nivel distinto, más genérico y menos atractivo. Sin embargo, ese complemento lo hace singular, como lo es el hecho de la llamativa personalidad de Silvia Labayru, con ideología revolucionaria, pero formas absolutamente burguesas; que de por sí ya producen una gran contradicción y dificultades para el entendimiento hacia su persona.

La autora nos advierte claramente: «Este libro es el retrato de una mujer. Un intento». Esa mujer ha cargado con un elemento difícil de gestionar y que acompaña de manera ensombrecida durante el resto de tu vida; no solo ha sufrido las vejaciones de la tortura y la violación, sino que también ha soportado que «el prejuicio le produjo estragos, le segó una vocación, le oscureció la vida».

La perspicaz periodista aparece en ocasiones para introducir su voz y completar al personajes: «Cada vez que vuelvo a encontrarla no parece desolada sino repleta de determinación [...]. Jamás le pregunto por qué». Con tales vivencias podríamos preguntarnos por qué no optó por la autobiografía, pero uno de los personajes que intervienen, el escritor Juan Martini, desvela que ella tenía necesidad de contar, pero no se veía capaz. Después de relatarle los hechos éste fue incapaz de escribirlos. Destacó su frialdad a la hora de narrar, de la que la propia protagonista es consciente -y como lectores lo somos también- de que ella hace «como si fuera una película que miro desde afuera, o la historia de otra gente, no la mía. Yo sé que a veces hablo como si no hablara de mí..., pero no puedo hacerlo de otra manera».

Leila Guerriero ha logrado que pareciera todo natural, en el sentido de no alterar para nada todo el horror relatado e intentar realzar las voces y los hechos sobre la propia mirada.

'La llamada'

Autora: Leila Guerriero

Editorial: Anagrama

Barcelona 2024

El nuevo periodismo iberoamericano

Leila Guerriero es una reconocida periodista argentina. Colabora de medios de prensa internacionales, entre los que destaca ‘La Nación’ y ‘Rolling Stone’, de Argentina; ‘El País’ y ‘Vanity Fair’, de España; ‘El Malpensante’ y ‘SoHo’, de Colombia; ‘Paula’ y ‘El Mercurio’, de Chile, entre otros. Además, realiza la tarea de editora para América Latina de la revista mexicana ‘Gatopardo’. Guerriero destaca por su estilo narrativo personal y su profunda investigación en temas de interés social y cultural. Es conocida por su capacidad para captar las historias de personas comunes y transformarlas en relatos potentes y conmovedores. Comenzó su carrera periodística en la década de 1990, trabajando para diversos medios de comunicación argentinos. Su trabajo ha sido publicado en prestigiosos periódicos y revistas de todo el mundo.

La escritora argentina ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su labor periodística, incluyendo el Premio Nacional de Periodismo en Argentina y el Premio Rey de España. Autora de varios libros, entre ellos se encuentra ‘Los suicidas del fin del mundo’ y ‘Frutos extraños’, donde recopila algunas de sus mejores crónicas periodísticas. En la actualidad, se ha convertido en una de las mejores representantes del nuevo periodismo iberoamericano.

¿Quién es la protagonista de su nuevo libro? Silvia Labayru tenía 20 años y estaba embarazada de cinco meses cuando la detuvieron. La secuestraron en el año 1976 debido a su participación en Montoneros. En la Escuela de Mecánica de la Armada dio a luz, la torturaron y violaron. Fue de las pocas supervivientes. Junto a otras dos mujeres presentó una denuncia contra el militar que la maltrataba con el fin de reeducarla. Fue repudiada por parte del exilio argentino. En 2021, obtuvo una decisión histórica que condenó esos delitos sexuales. Vive entre Buenos Aires y Madrid.

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