NOVELA

El más allá de los libros

‘Los indecisos’, la primera novela de Alex Daunel publicada en Berenice

Alex Daunel. | CÓRDOBA

Alex Daunel. | CÓRDOBA

Alberto Monterroso

Alberto Monterroso

Muy clara y directa en el estilo, y a la vez ambiciosa en el contenido, la ópera prima de Alex Daunel ejerce una seducción indudable entre aquellos que amamos los libros y la experiencia humana que tras ellos se esconde. Esta novela, que comienza con tintes de literatura fantástica, se centra inmediatamente en el foco de atención que atrae la mirada del lector: en el retrato de la condición humana, las palabras y los pensamientos que pueden hacernos soportables el dolor de vivir, el desamor, la decepción, la frustración. El viaje del protagonista Max, tras su muerte, es un aleccionador periplo por una especie de limbo, un más allá que no es paraíso, ni infierno, ni purgatorio, sino más bien un lugar donde aprender todo lo que no ha podido entender hasta ahora.

Tras un oscuro accidente que le cuesta la vida y que será esclarecido a medida que avance la novela, Max entra en una especie de más allá literario, donde tendrá que elegir género y ser capaz de inspirar a un autor para que lo tome como personaje de su creación y así ganarse la eternidad, una eternidad en las letras, en la literatura, con la presencia viva de su ser en las páginas de un libro.

El planteamiento, aparentemente sencillo y sin duda original, abre paso a temas de gran importancia como el poder sanador de la literatura, la importancia de no cerrarnos a lo humano, de impedir que el sufrimiento nos vuelva seres insensibles e inmaduros, no dejar de pensar en los otros para aprender a frustrarnos y convertir las adversidades de la vida en una oportunidad para mejorar como individuos. Todo eso va apareciendo en la novela con más fuerza conforme avanzan las páginas, hasta el extremo de olvidarnos de que el protagonista ha muerto y se encuentra en esa especie de «inspiratorio», paradisíaco o infernal, ese limbo en que debe inspirar a un autor para que lo inmortalice, ese espacio y cometido que lo tortura, y que él se niega a aceptar. Como se ha negado a aceptar las realidades más urgentes de su vida terrenal, a encajar el rechazo y el desamor, a evitar traicionarse a sí mismo, sin rebelarse, hasta el punto de llegar a vivir una vida vacía y sin sentido, de la que es consciente a cada minuto. Y esa reflexión sobre su existencia, sobre su falta de valentía para afrontar situaciones que lo desbordan, sobre su incapacidad de amar y superar las dificultades, se plasma con un lenguaje sencillo, adictivo, visual y casi cinematográfico.

Desfilan por sus páginas de manera vertiginosa personajes como la señora Schmidt, Theo, Odile o Jeff, y también ocupan un lugar destacado los libros que ha leído Max y que aparecen por las páginas de esta novela, oportunamente, mezclando historias reales con las imaginadas en aquellas obras literarias, que han marcado al personaje y quizá también a la autora, con ese estilo plástico y visual, casi onírico a veces, con que logra describir situaciones de gran hermosura, coloridas, sorprendentes, preñadas de una imaginación portentosa.

Con un uso acertado de la analepsis, el lector va entendiendo el personaje y sus lecturas, viajando por los libros de Victor Hugo, Voltaire o Émile Zola, y también novelas históricas o eróticas, fantásticas o de género negro, con las que vuelve a su vida terrenal entre recuerdos de Sagan, Camus, Simone de Beauvoir, Sartre, Paul Auster, Virginia Woolf, Milan Kundera o Kafka. Estas alusiones son breves, ligeras, útiles a la narración, y pasan casi desapercibidas en la lectura, pero son provechosas a la hora de adentrarnos en la psicología del personaje, sus dudas y traumas, sus renuncias, entre ellas la literatura. Max no es un fantasma, está más vivo que nunca cuando recuerda su vida, cuando medita sobre la muerte, la religión o la política, sobre la empatía, el amor, la aceptación y el olvido. Lo notamos más vivo a medida que nos acercamos al final de la novela; respira ahora el ser humano que parecía irreal al principio y ahora adquiere una talla que lo eleva y dignifica. Avanzamos en la lectura de estas doscientas páginas para ver cómo los personajes de ese más allá sorprendente y alucinatorio van perfilando con mayor nitidez el tema central de la novela. Los escen arios pintorescos, los protagonistas que rayan muchas veces el absurdo, muestran, en esencia, las claves del conocimiento y la experiencia que nos hace humanos.

‘Los indecisos’.

Autor: Alex Daunel.

Editorial: Berenice. Córdoba, 2023.

Suscríbete para seguir leyendo