POESÍA

Juan Ramón Jiménez, inédito

Ánfora Nova redescubre la obra del poeta en ‘En la rama del verde limón’

Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez, en 1920.

Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez, en 1920. / CÓRDOBA

Antonio Moreno Ayora

Antonio Moreno Ayora

Aunque parezca inaudito, tiene en sus manos el lector una antología inédita de Juan Ramón Jiménez, inédita no porque algunos de sus poemas no hayan sido publicados en revistas o publicaciones similares, sino porque llega a nosotros como un corpus ya preparado para que el conjunto de sus poemas formen un libro original y compacto en su totalidad. La editora y antóloga actual es Soledad González Ródenas, quien lo ha recuperado para que hoy Ánfora Nova ofrezca «un corpus mínimo de canciones unificado por su temática y su forma». Se trata, en total, de 51 canciones adscritas a veinte libros, ocho de los cuales no iban a tener representación alguna en la otra antología que al mismo tiempo prepara también Juan Ramón, la titulada ‘Segunda antología’.

Para Soledad González Ródenas, «lo que une estas composiciones es una perspectiva, una forma de contemplar y sentir la realidad en la naturaleza que no es propiamente la del ser humano común, sino la de los elementos de la naturaleza misma a través de los ojos del poeta». Y son muchos los elementos de la naturaleza que se van a ver envueltos en esa mirada del poeta, que en unos versos muestra su plenitud («Alto, lejos; lejos, alto./ ¡Solo yo por los espacios,/ de mí mismo reencarnado/ y de ti resucitado»; y en otros se muestra interrogando a esos elementos de la misma naturaleza («¿Adónde nubes del ocaso,/ con esa breve luz, adónde?». Piensa Soledad González Ródenas que lo que se advierte en otros poemas es «una religión, una forma de religión sin credo que encontrará, finalmente, un dios que emana de esa personalísima y progresiva aprehensión de la naturaleza».

‘En la rama del verde limón’ acumula muy diferentes recursos expresivos, como indica la prologuista Soledad González Ródenas: «versos de arte menor, rimas asonantes, paralelismos, anáforas, exclamaciones, interjecciones, suspensiones, simplicidad léxica y extrema concisión evocan la musicalidad de los cancioneros medievales y los ritmos del cante jondo, otros». Por lo demás, unos poemas se construyen con solo tres o cuatro versos (así, «Espera, ratito de oro,/ que quiero gozarte allí;/ espera, ratito de oro,/ que quiero gozarte aquí»); mientras que otros pueden desarrollar su materia poética de forma más extensa, como por ejemplo «El desvelado», con una extensión de 18 versos.

En los textos que contiene la antología descubrimos muestras de intertextualidad en algunos casos, siendo evidentes el cruce de materia y forma que hallamos entre Juan Ramón y Alberti, pues es Juan Ramón quien escribe: «¡La ola y el viento!/ Llevadme a la mar,/ a ver si me duermo!»; o entre Juan Ramón y San Juan de la Cruz: «¡Cómo vivo en la llama! / ¡Cómo vivo!»; y al fin entre Juan Ramón y Lorca: «Verde es la niña, tiene/ verdes ojos, pelo verde».

La edición de esta cincuentena de poemas va acompañada de distintas páginas que, como las ordenó Juan Ramón Jiménez, contienen explicación o indicaciones e incluso poemas con anotaciones o elementos gráficos. Se presentan así composiciones con elementos manuscritos de Juan Ramón Jiménez y otras copiadas a máquina por Zenobia Camprubí. Esta edición, además, se cierra con el apartado final «Notas», que en primer lugar se desglosa con las obras del poeta indicadas en abreviaturas (por ejemplo, PC Piedra y cielo. Verso (1917- 1918), Madrid, 1919); y en segundo lugar, va el siguiente subapartado «Procedencia de los poemas», que da una lista de los poemas que se concreta en las obras o revistas de referencia.

‘En la rama del verde limón’ es otro libro de la editorial Ánfora Nova que trata la edición con todo el cuidado que se merece (lo que es ya característica inmutable de la editorial); que dispone de un sencillo, pero necesario aparato crítico; y que ofrece a la editora González Ródenas la oportunidad de demostrar su profundo conocimiento de la totalidad para poder situar cada poema en el contexto literario que le corresponde.

Gónzález Ródenas hace en su prólogo un exhaustivo examen de las obras de poesía, y también, de las antologías que el poeta de Moguer prepara, hasta aclarar: «Como editor independiente y contando siempre con el apoyo y la complicidad de Zenobia, fraguó entre 1919 y 1920, la colección que denominó ‘El jirasol y la espada’», algo que sin embargo quedó como proyecto igual que otros opúsculos de la poesía -incluso extranjera- del aquel momento.

‘En la rama del verde limón’

Edita: Ánfora Nova.

Rute, 2022. 

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