ENTREVISTA | Calixto Torres Poeta y editor

"La poesía es una vía de vínculos unidos de espacio, tiempo y lenguaje"

Poeta y editor, el escritor cordobés ha unido la creación lírica a la actividad como promotor cultural. Está al frente de la editorial Detorres

Calixto Torres.

Calixto Torres. / CÓRDOBA

Gema Albornoz

Gema Albornoz

Calixto Torres es un poeta y editor, nacido en Fernán Núñez. Como poeta ha publicado títulos como ‘Suspiros de vida’, 1995; ‘Desde el corazón de un poema’, 2000; ‘Romance de las voces negra’, 2003 o ‘La voz del otro yo’, 2016, entre otros. Dirige Detorres Editores desde el año 2005 y coordina la revista de poesía cordobesa ‘Suspiro de Artemisa’. Un recorrido que lo muestra como amante del verso y una persona comprometida con la sociedad, la cultura y su entorno.

Uno de tus versos dice «Hay versos que no esperan decir nada». Entonces, ¿para qué la poesía?

¿La poesía?, ¡para todo! Para el ánimo, para el sosiego, para el valor, para despertar sensaciones dormidas, para soñar, para seguir adelante, en definitiva, para vivir. Pero hay que reconocer que algunos versos no esperan decir nada, viven en su silencio, en su quietud y ni siquiera sueñan con esa mirada que les permita sentirse algo, solo les compensa, les satisface el infinito de la indiferencia.

Para el poeta, ¿cuál es la relación de la palabra, el vacío y el silencio?

Pues te diría que para que la esencia del creador de versos vierta su sentir la relación entre las tres es precisa e imprescindible. La palabra suele llenar ese vacío que el silencio permite que anide en la conciencia. La palabra lo es todo, es la diosa que otorga y en su grandeza sustenta, alienta, encauza cualquier vacío y configura el silencio consiguiendo dar vida al cúmulo de emociones que en la más íntima soledad suele modelar el poeta.

Versas «Hay poetas que nunca serán poetas». en tu opinión, ¿cómo se reconoce un poeta?

A mi modo de ver, sentirse poeta es mucho más que escribir poesía a pesar de las acepciones que la RAE expone al respecto. Un poeta es un ser que concibe, siente, experimenta la sensación de lo diferente, de lo no habitual; vive un eterno enamoramiento con la poesía incluso cuando deja de escribir. Un poeta por lo general es un ser muy poco superficial y constantemente ahonda en los recovecos de sus entrañas vaciando de muy distintas maneras las sensaciones que atesora. Y dicho esto, a pesar de los distintos estilos o corrientes que un poeta pueda seguir, cuando te sumerges en la lectura de una creación y percibes la esencia de lo distinto, llevándote a detener dicha lectura, emocionándote, identificándote, experimentando una sensación no muy corriente. Entonces, y repito, a mi modo de ver, estás ante un verdadero hacedor de versos.

¿Qué te inspira y te influye en tu manera de escribir?

Suelo escribir a menudo y comparto la cita de Picasso: cuando llegue la inspiración que me pille trabajando. Pero he de confesar que me inspira todo, y cuando digo todo, es todo. Hay veces que la curiosidad me lleva a cosechar soplos poéticos y, por insignificante que parezca, no solo al apreciar (por ejemplo) la grandeza de una pintura y los matices que recrea. También me resulta atrayente la parte posterior de su marco e incluso la alcayata que lo sostiene. Resultará complicado el admitir mi postura, pero no sé por qué extraño (o no tan extraño) motivo acostumbro a inspirarme en ello. Por otro lado, siempre influye la variedad de autores y registros a los que uno acostumbra a tener un acercamiento pues, por norma, enriquecen tu manera de proceder.

Cuando escribes, ¿te vuelves otro? ¿Y cuándo lees?

No me vuelvo otro, soy otro. Siempre he puesto de manifiesto que en mí se personifica esa otredad a la que algunos autores aluden. En mis adentros habitan varios yo, cada uno presenta su manera de proceder (distinta del otro) y a cada uno le dedico su tiempo. Ya se puso de manifiesto en el título de uno de mis poemarios publicado en 2016 la voz del otro yo. Pero reconozco que, incluso a la hora de escribir versos, habitan en mí varios poetas, uno al que apasionan los clásicos, que se desvive por el romance, el soneto, las décimas..., y otro que se sumerge en la metafísica, que se adentra en la poesía filosófica, en la poesía ontológica e incluso en la metapoesía. Soy más que consciente al decir que cuando me entrego a la lectura todos ellos se aúnan para saciarse y enriquecerse de la grandeza que nos regala la literatura.

¿Cuáles son las lecturas a las que siempre vuelves?

Siendo un lector que a diario se adentra en las páginas de algún poemario, apuntaré que últimamente tengo en la mesita ‘De rerum natura’ de Lucrecio, ‘Juan de Mairena’ de Antonio Machado y ‘Poesía vertical’ de Roberto Juarroz. De igual manera, y por reconocerme un apasionado de los prólogos, también con frecuencia regreso a la lectura de algunos de ellos ya que pormenorizan, desgranan de manera magistral la obra que preceden.

Desde 2005 diriges Detorres Editores. ¿Cómo se encuentra el panorama poético?

En lo que a Detorres Editores concierne, arropado por un catálogo bastante dilatado, hoy por hoy, puedo confirmar que nuestro proyecto editorial va ‘in crescendo’, y poner de manifiesto que cada vez nos llegan más inéditos para su posible publicación. Pero generalizando diré que, a pesar de considerarse un género minoritario, la situación poética en Córdoba saborea unos momentos de celebridad envidiable y eso se puede corroborar apreciando la oferta cultural que habitualmente se nos brinda, así como la afluencia de público que acostumbra a asistir a los actos. Quisiera hacer constar que Detorres Editores, a pesar de las limitaciones que conlleva el ser una editorial independiente, seguirá aportando su granito de arena con nuevos proyectos de futuro siempre colmados de experiencias apasionantes.

¿Qué te ha aportado la experiencia de coordinar la revista de poesía ‘Suspiro de Artemisa’?

El hecho de coordinar ‘Suspiro de Artemisa’ ha influido notablemente en el camino recorrido por Detorres Editores, ya que abrió la puerta a las relaciones personales con todos los colaboradores que, tras formar parte de ella, en mayor o menor medida decidieron publicar su obra con nuestro sello. Decir que, para gloria de la poesía y de los amantes del género, nuestra revista, que nació en la primavera del año 2010 en un acto llevado a cabo en Cosmopoética, ha dado vida a diecisiete números amparando en sus páginas tanto a autores locales como de todo el panorama poético nacional. La experiencia vivida en todo este tiempo me ha llevado a forjar lazos de amistad con un puñado inabarcable de corazones entregados en cuerpo y alma al mundo del verso y puedo afirmar con plena garantía que el olvido jamás sucumbirá con sus desplantes. Además, ‘Suspiro de Artemisa’ es un sueño cumplido que seguirá enraizando versos para gloria de nuestra Córdoba y su poesía.

En muchos de tus versos, reflexionas sobre el tiempo y sus espacios. ¿Qué logros has conseguido?

Como bien sabemos, además de imagen y emoción, la poesía es una vía de vínculos unidos de espacio, tiempo y lenguaje. En torno a esa dualidad despiertan en mí un cúmulo de impresiones, de dudas y porqués que me llevan a adentrarme en un mundo aparte donde suelo desenvolverme sin complejos, donde me siento del todo identificado consiguiendo esa calma que aporta el sosiego.

Como escritor y editor con extensa experiencia, ¿de qué te has despojado?

Cuando aspiras a desarrollar una labor con la que te identificas sobremanera, y ello requiere de entrega y tiempo, tienes que ir dejando a un lado algunas de las cosas que con anterioridad fueron casi imprescindibles en tu vida. Pero procuro, aunque sea de manera puntual, mantener encendida la llama de lo que siempre me ha importado. Pienso que lo que en realidad merece la pena difícilmente se abandona. En relación a lo que deja de interesar, intento aparcarlo sin romper lazos de unión. Reconozco que me cuesta mucho dar cabida a la indiferencia, aunque algunas veces, esta, se acerque clandestinamente pretendiendo encauzar mi comportamiento.

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