cartas del norte

Autores de culto

Anaïs Nin, Djuna Barnes, Joyce, Barnes, Boris Vian...

La escritora Anaïs Nin.

La escritora Anaïs Nin.

En ocasiones, mi particular peregrinaje al rastro de mi ciudad no da los frutos deseados. No siempre se encuentra lo que se busque, aunque no busque nada. Simplemente me dejo llevar por la intuición, hasta acercarme a algún puesto que me llame la atención, bien por la portada de los libros que ofrece, bien porque a su alrededor suelen congregarse multitud de parroquianos. La última ocasión fue un buen día, uno de esos en los que apetecía madrugar y perderse. Así fue como me encontré escondidos entre los consabidos ‘best sellers’, a dos autoras, relativamente coetáneas, que fueron durante finales de los años setenta y principios de los ochenta del pasado siglo referente literario obligado de la intelectualidad progresista europea: Anaïs Nin y Djuna Barnes. Estadounidenses ambas, aunque nacida francesa Anaïs de origen cubano, su literatura transgredía los cánones establecidos en una época rígida, pero con deseos aperturistas merced a los vientos provenientes de París y de la bohemia de la ‘belle époque’. Estamos en plena efervescencia literaria, Joyce ya había publicado ‘Ulises’ cuando Barnes hizo lo propio con ‘El bosque de la noche’, y Henry Miller, amante de Anaïs Nin, se convertirá en pieza clave para entender el devenir literario de su musa. Pero centrándonos en Anaïs, su vida literaria, tan apasionante como los ‘Diarios’, la lleva además a relacionarse con Lawrence Durrel, autor del ‘Cuarteto de Alejandría’. Son años intensos reflejados en siete volúmenes, desde 1931, sus primeros años en Francia, hasta 1974, cuando finalmente obtiene el público reconocimiento como escritora. Años en los que sus ‘Diarios’ formarán parte de la historia literaria de una generación. En ellos hablará de amor, incesto, locura, pasión, soledad, prejuicios, inocencia, confusión, autocrítica, emoción y, sobretodo, de literatura, mucha literatura.

Autores de culto

El bosque de la noche / Luis Santillán

Porque de eso escribía Anaïs Nin. Y es que, existen libros, o, mejor dicho, autores, que son capaces de aguantar el paso del tiempo, de convertirse en escritores de culto a la par que clásicos, y por los que su obra se hace merecedora de la categoría de estar entre aquellas «capaces de cambiar el curso de la historia».

Boris Vian, otro autor entrañable a quien la fama trascendería a la persona, desde que publicara ‘Escupiré sobre vuestra tumba’ (1946), su primera novela bajo el seudónimo de Vernon Sullivan, «una novela para blancos escrita por un negro de piel blanca», habría de convertirse en todo un referente de las letras francesas de la postguerra. De su pluma saldrían textos clásicos e insólitos, recuperados en los años ochenta.

Y aunque menos conocida era su poesía, existían ediciones independientes, hay que celebrar que se publicara su ‘Poesía completa’, que no desmerece su obra novelística, sino, al contrario, la refuerza y significa un contrapunto a la misma. La poesía de Vian es irónica, mordaz, nada amable, corrosiva y con cierta tendencia al escándalo gratuito, al igual que el resto de su obra. Sin duda, un maravilloso regalo para sus seguidores, que son muchos. Pero, ¿cuántos heterónimos tuvo Boris Vian? Como Pessoa, los ‘alter ego’ del músico-autor (era también compositor de jazz) se pierden en una nebulosa que nos lleva a sospechar que pueden existir aún manuscritos inéditos. Eso esperamos. Por ahora, solo me resta felicitar el año a todos los lectores de Cuadernos del Sur, deseando que les traigan los Reyes Magos muchos, muchos libros.

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