Diario Córdoba

Diario Córdoba

cartas del norte

Grandes obras y autores

Joyce, Proust, Durrell, Beauvoir, Daniel Moyano...

Grandes obras y autores CÓRDOBA

Tengo una vieja edición de ‘Ulises’, editada por Lumen y traducida por José María Valverde, escondida desde hace años en algún lugar del trastero. Es ahí donde se encuentran algunos de mis libros más preciados, y también aquellos que me llevan acompañando desde mis inicios como lector. He pensado en alguna ocasión en trasladar un viejo sofá a dicho trastero, pero no creo que mis vecinos lo vieran muy adecuado, aunque a ellos, diréis, que les importa, ¿verdad? Si mis vecinos «acumulan» botellas de vino, yo... papeles y libros. Lo cierto, volviendo al ‘Ulises’, es que tengo especial cariño a esa vieja edición, ya que la compré en el rastro de Oviedo, bendito zoco, hace más de 40 años. Y creo que ha llegado el momento de leerlo, o releerlo, no sé, ahora que está próximo a terminar su centenario, y que se amontonan las ediciones en las estanterías de novedades de todas las librerías. Por edad, por madurez literaria y por aquello de escoger a partir de ahora muy, muy bien las lecturas. Por eso, junto con ‘Ulises’ leería o releería ‘En busca del tiempo perdido’, los siete tomos de Marcel Proust en traducción por ejemplo de Pedro Salinas; ‘Los mandarines’ de Simone de Beauvoir, novela con la que me topé con 20 años disfrutando de una semana de acampada en las Islas Cíes, y posiblemente retornara a la de ‘El cuarteto de Alejandría’ de Lawrence Durrell; ‘Narciso y Godmundo’ de Herman Hesse, novela corta que marcaría toda mi adolescencia; y abordaría por fin ‘El hombre sin atributos’ de Robert Musil, que hace años está ocupando espacio en la mesilla de noche. Entre medias, siempre tendría un hueco para ‘Conversaciones en la catedral’ y ‘Los cachorros’ del ínclito Vargas Llosa, y cómo no, para recordar a Rulfo, al gran Rulfo de ‘Pedro Páramo’.

Y siempre tendría un recuerdo para un escritor, al que le tengo especial cariño. Me refiero, cómo no, a Daniel Moyano, del que parece ser tendremos próximamente un congreso sobre su obra en Oviedo. Es Moyano el autor de ‘El trino del diablo y otras modulaciones’, ‘Tres golpes de timbal’ o ‘Libro de navíos y borrascas’, entre otros. Injustamente condenado al olvido, quizás por su condición de escritor argentino del interior, y a que, por encima de su calidad literaria, innegable, se le recuerda más por la humana de un auténtico contador de historias, es Moyano probablemente el último de una estirpe. Tenía razón Mario Benedetti cuando se refería a él como «un escritor capaz de engatusarnos con sus cuentos, a los que a menudo les cambiaba el final».

Tenía razón, porque aquí en esta ciudad, Oviedo, hemos sido testigos de dicho alarde narrativo. Daniel Moyano probablemente vivió como quiso, o le dejaron, y murió cuando el éxito comenzaba a serle afín. Habrá que estar muy atentos a ver si alguna editorial le reconoce como se lo merece, con la edición completa de sus novelas y cuentos.

Compartir el artículo

stats