Si su anterior obra, ‘Tos de perro’, se alzaba como un sorprendente libro de relatos donde Julia Otxoa fundía la fabulación y la memoria histórica con un pulso literario pausado en el tono, pero vertiginoso en el recuerdo poderoso del abuelo Albino y de todo el universo literario que nace de su memoria, ahora, con ‘Resurrección’, la autora es capaz de trasladar todo ese simbolismo pacífico y exento de odio o de revancha al terreno de la poesía para tejer versos plagados de amor, de bondad, de memoria vivificadora, con un título tan lleno de esperanza y dignidad como el que da nombre a este poemario.
Julia Otxoa (San Sebastián, 1953) es poeta, narradora y artista visual. Ha publicado más de treinta obras en el campo de la poesía, poesía visual, relato, ensayo, artículos periodísticos o literatura infantil. Ha sido traducida a varios idiomas e incluida en diferentes antologías de poesía, microrrelato, cuento y poesía visual en España y América. Suyos son los poemarios ‘La nieve en los manzanos’ (2000), ‘La lentitud de la luz’ (2008), ‘Jardín de arena’ (2015) o ‘Taxus baccata’, este último editado por Hiperión con dibujos de Ricardo Ugarte. A ello ha unido sus excelentes libros de relatos como ‘Un lugar en el parque’ (2010), ‘Un extraño envío’ (2006), ‘Escena de familia con fantasma’ (2013), ‘Confesiones de una mosca’ (2018) y ‘Tos de perro’ (Eolas, 2021).
Precisamente, su libro de relatos ‘Tos de perro’ es el que desencadena su última obra, este poemario que titula ‘Resurrección’, y que son «palabras contra el olvido», palabras que rezuman ese sentimiento pacífico del dolor, que se alza para velar por «las flores arrasadas» y que transmite la memoria del abuelo asesinado con tal fuerza que la autora se funde en su recuerdo y le devuelve la vida a través de los versos: «Se diría abuelo, que he mutado en ti/ y ahora soy tu calavera horadada por las balas,/ tu pierna rota,/ tu árbol de huesos/ sosteniendo el alba» (pág. 12).
La inmensa tristeza de la pérdida, «Nuestras lágrimas colgaban de los árboles/ como pequeños pájaros de rocío» (pág. 30), se transforma solo en amor, y en una misión que guía la vida y el arte: «Esperadme junto a la hierba luisa y el romero, / escribiré vuestra historia, / rescataré la huella de vuestros cuerpos, / de luminosa arcilla» (pág. 35).
Son ochenta y cuatro poemas repartidos en dos apartados que llevan por título «Resurrección» y «Del paisaje que somos», dos caras de una misma moneda, dos partes en que se divide el poemario como si fueran cuerpo y alma, en un todo homogéneo que va desde la memoria particular hasta la trascendencia a través del paisaje, del universo y de la palabra. El recuerdo del abuelo, narrado en la primera parte del poemario desde un tono más íntimo y personal, da paso, en la segunda, a una visión más general gracias a la identificación con el paisaje, la naturaleza, la voz del universo, la belleza de la palabra que «nos cobija y amamanta». Esta segunda parte, como broche y culmen del poemario, muestra la memoria trascendida, más allá de lo individual y frágil del ser humano para fundirse con el universo, visto como un libro que muestra «el encendido alfabeto de la tierra y sus criaturas».
Esta trascendencia, este triunfo de la memoria, se consigue gracias al amor y la belleza de los sentimientos y la poesía, capaces de convertir el dolor en dignidad trascendente, exenta de odio ni violencia «No buscaba venganza el dolor» sino recuerdos, clemencia, «un cuenco de tierra donde posar el llanto», un poco de aire y esperanza, palabras para «besar sus rotas calaveras».
Es el amor, la inteligencia, la literatura y la dignidad que todo ello entraña, quienes permiten que el recuerdo de Albino se convierta en algo trascendental, capaz de fundirse con la naturaleza y el universo, que rebrotan cíclicamente, en un eterno retorno de resurrección, que es victoria sobre la crueldad y la ignorancia, porque «Bajo la tierra, reposando duermes/ en la verdad de tu calvario revelada» (pág. 89).
‘Resurrección’
Autor: Julia Otxoa.
Editorial: Calambur. Barcelona, 2021.