El Ángel de la Paz es una escultura que se instaló en Valdepeñas (Ciudad Real) en 1964. Un punto estratégico para el franquismo al ser paso obligado para los viajeros del norte al sur de la península y viceversa. Fue una obra creada por Juan de Ávalos (responsable también del conjunto escultórico del Valle de los Caídos), utilizada como instrumento del régimen franquista y como homenaje al dictador. En julio de 1976, un grupo antifranquista la destrozó de un bombazo. No se rehabilitó entonces y los restos del amasijo siguen allí en la actualidad.
Cuatro décadas después, Christian Flores realizó un videoclip que inmediatamente se hizo viral. En ‘Velaske, yo soi guapa?’ (sic) se cuenta la historia de la infanta Margarita desde el mismo cuadro de ‘Las Meninas’, a ritmo de trap. Las distintas opiniones también se dispararon con rapidez.
Mercedes de Pablos ha utilizado estos dos hechos para abrir y cerrar su último libro: ‘El Ángel de la Paz y otros relatos’. Como suele ser habitual y subrayable en el género breve, esos detalles se usan para contar algo más (visible o no) y para hacer de referencia sobre aspectos vitales que tienen carácter universal. Y tal vez no sea casualidad que esos dos acontecimientos sirvan a la autora para marcar el inicio y el final de su obra. A lo largo del libro, las historias, de temática diferente, mantienen una misma intención, la de mostrar las distintas caras de las relaciones humanas. Caras a las que podemos recurrir todos en algún momento, por contradictorias que sean, y con las que los personajes, aun alejados generacionalmente (tanto como lo puede estar el trap de un atentado a un monumento erigido durante la dictadura), se ven enfrentados.
Escritora y periodista, de Pablos es autora de la novela ‘Jonás, mapa para el buen traidor’ (2020) y de otro libro de relatos titulado ‘Ajuste de cuentas’ (2011) que, al igual que ‘El Ángel de la Paz y otros relatos’, está publicado por la editorial Renacimiento. En aquel, las narraciones son protagonizadas por personajes reales: Juan Echanove, Van Morrison o Juan Diego; en su nuevo libro, sus obsesiones personales, filtradas a través de la ficción, son las que toman el mando en los argumentos. De este modo, los protagonistas pueden hablar de los conocidos haciendo referencia a la clase social según la dieta heredada y decir que «ese es de los que llevan comiendo solomillo desde los tatarabuelos», o llegar a resumir en una frase las aspiraciones de toda una generación para la que «el tiempo pasó dándonos la razón en algunas cosas y dejándonos literalmente en pelotas en otras». Precisamente, ese paso del tiempo, remarcado en varios momentos, pone a prueba algunos reencuentros idealizados en la memoria que el presente acaba por situar en su lugar. Pero también pone a prueba a la religión, a las relaciones laborales (fuera y dentro del entorno familiar), a las sentimentales y a la siempre interesante conexión con los objetos que nos sirven de sustento emocional en momentos trágicos.
Un libro en el que las referencias culturales son constantes y variadas, y en el que Mercedes de Pablos no se conforma con el simple desfile de historias, variando en más de una ocasión el registro y la estructura para intentar llevar esas obsesiones mencionadas lo más alto posible, de una manera diferente y particular. Como ocurrió con ese ángel que voló en 1976 o con ese trap que nos hizo mirar a ‘Las Meninas’ una vez más.
‘El Ángel de la Paz y otros relatos’
Autora: Mercedes de Pablos.
Editorial: Renacimiento. Sevilla, 2022.
