Diario Córdoba

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ENSAYO

La contradicción del Japón contemporáneo

‘Tokio, estación de Ueno’, una

curiosa visión de la historia nipona

Yû Miri. CÓRDOBA

Yû Miri nació en la ciudad japonesa de Tsuchiura en 1968. Hija de emigrantes coreanos, pertenece a la etnia Zainichi y es de nacionalidad surcoreana, a pesar de escribir en japonés. Ese hecho es relevante puesto que fue emigrante en el país nipón y víctima en su infancia de xenofobia y acoso escolar, que le llevaron a varios intentos de suicidio. Sin embargo, apareció la literatura como refugio balsámico y las lecturas de autores americanos y rusos la acompañaron para superar la adversidad. Inició estudios de teatro y trabajó como actriz y asistente de dirección en la compañía Tokyo Kid Brothers para formar posteriormente su propia compañía, la Seishun Gogetsuko. Su carrera iba encaminada hacia el teatro, pero la narrativa le llamó la atención para escribir su primera obra de orientación biográfica, ‘Ishi ni Oyogu Sakana’ (’El pez nadando en la piedra’). Esta publicación llegó acompañada de un escándalo ético y legal que le impidió ver la luz hasta años después en 2002. Le siguieron distintos títulos que incluso vinieron acompañadas de un gran reconocimiento como el premio Noma y el prestigioso Akutagawa. Títulos relevantes fueron ‘Furu Hausu’ (’Casa llena’), ‘Kazoku Shinema’ (’Cine familiar’) o la autobiográfica ‘Inochi’ (’Vida’). Sin embargo, su obra más conocida fue la publicada en 2014 bajo el título traducido de ‘Tokio, estación de Ueno’, que le sirvió para alcanzar interés internacional con el Book Award de literatura traducida de EEUU.

‘Tokio, estación de Ueno’ se ha publicado en 2022 con una traducción al español de Tana Oshima y el dato es relevante porque no se trata tan solo de trasladar un lenguaje, sino también unos usos y costumbres distintos, que se llevan a cabo con acierto. La novela genera incertidumbre hasta descubrir la voz que se nos dirige, la de un personaje muerto, alguien fantasmagórico, un juego rulfiano que entrevera la realidad y la ficción. Contada con vueltas sin aviso hacia el pasado y retornos a un presente se nos cuenta la historia de Kazu, que vaga por el más allá y vagó por el más acá, hasta recalar en un parque junto a otros sin techo en un parque junto a la estación de metro de Ueno, en Tokio, donde un refugio de cartón fue su única posesión mientras sobrevivía.

Dos mundos conviven de manera paralela, de esa que no se une hasta el infinito, el de los desahuciados que tuvieron mala suerte en la vida y la de quienes transitan por el parque como si estos no existieran. Salvo cuando se realiza un acto oficial y se les desaloja. La conversaciones de unos y otros aparecen como esencia de dos mundos opuestos. El parque fue regalado al pueblo por su emperador en el primer tercio del siglo XX, aunque era conocido como «la puerta del demonio», y en el cual merodean vivos y muertos. El fantasma de Kazu y sus vecinos en adosados de cartón hablan de realidades incluso dolorosas y con carácter muy crítico ante los fastos olímpicos, mientras los transeúntes se debaten en frivolidades. Ricos y pobres durante el Japón de la posguerra y el de Tokio 2020 olímpico.

El protagonista es un ejemplo de la dualidad que vive una gran ciudad y un lugar emblemático y cargado de sentido simbólico como Fukushima, de donde proviene. Intervino en los juegos de 1964 como mano de obra y observa cómo, años después, la situación se repite. Tal vez por ello es invisible y aparece como un muerto errante que no descansa acompañando a las personas sin hogar ni destino digno. Su vida fue una tragedia en vida y continúa en el más allá. Tuvo que trabajar desde pequeño para mantener a su familia, pierde seres queridos sin poder verlos, que le llevan a una expresión de una dureza terrible. «No era que quisiera morir; era solo que estaba cansado o intentándolo».

La perspectiva que nos ofrece de Japón no es la amable que podría mostrar el mundo rural o las tradiciones milenarias, sino la de un capitalismo salvaje que aparta a los desheredados que utiliza para mantenerse. La parte menos agradable, la de la pobreza que incomoda ver, los seres que amamos y nos dejan de manera imprevista y la falta de salida a situaciones que no se alcanza a entender por qué se dan componen el relato de una manera contenida y sobria, con un equilibrio en este caso muy japonés. Los sin techo no solo son harapientos, sino que parecen otros que se encuentran al principio del proceso, aún «vistiendo trajes todos los días», todo ello con el recuerdo que le acompaña desde que terminó la guerra: «Estábamos demasiado concentrados en intentar no morirnos de hambre».

En definitiva, una curiosa y distinta visión de la historia reciente de Japón, para quienes quieran centrarse en esa perspectiva, pero también sobre nuestra sociedad contemporánea y sus contradicciones.

‘Tokio, estación de Ueno’

Autora: Yû Miri.

Editorial: Impedimenta. Madrid, 2022.

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