Jorge Tamargo ya había dado muestras en su primera novela, ‘El apartadero’ (Trifaldi 2020), de sus asombrosas dotes de narrador y de la sorprendente minuciosidad con la que sabe desvelar los profundos sentimientos de la condición humana. Pero su segunda novela, ‘A contratiempo’ (Difácil), es una experiencia narrativa que sorprende y fascina desde la primera página. Aparentemente humorista y escatológica en sus primeras líneas, el relato va mucho más allá. Tras la descripción en segunda persona de los detalles de la desintegración de un cadáver, narrados de forma soberbia, extraña, atrevida, original llena de humor y sin complejos, la novela profundiza, en pocas páginas, hasta conducirnos a la esencia del ser humano y su alma, al sentido del dolor y el delirio, a la esquizofrenia provocada por el arrepentimiento y el duelo, hasta la plena expresión del sentimiento amoroso más humano, que solo con sus propias alas logra elevarse y trascenderse sin misticismos, hasta fundirse en un verdadero amor más allá de la muerte. 

Jorge Tamargo (La Habana, 1962) es escritor y arquitecto. Trabaja y reside en nuestro país desde hace treinta años. Ha publicado una docena de libros de poesía en México, Brasil y España, como ‘Radiografía de la inocencia’, ‘Los nombres del amor’, ‘La deriva del ansioso’, ‘Penúltima espira’ o ‘Los argumentos del tránsito’, estos dos últimos editados por Difácil. Ha escrito ensayos, artículos, cuentos y ha recibido importantes premios, entre ellos el Fray Luis de León. Sus novelas, ‘El apartadero’ y, ahora, ‘A contratiempo’, buscan expresar la frescura, pero también la hondura intelectual y vital del ser humano, con un lenguaje exquisito y llano a la vez, lleno de expresiones directas y de un portentoso sentido del humor, con alusiones al hombre de hoy y al mundo en que vivimos. ‘A contratiempo’ presenta además una elaborada técnica narrativa que pasa desapercibida por la alternancia entre el lenguaje cultivado y coloquial, por el humor y la ternura que desprenden sus páginas, entre monólogos, diálogos, descripción en primera y segunda persona o monólogo interior, donde se vislumbra al ser doliente, el hombre que sufre su torpeza con inapelable remordimiento. La narración adopta a veces el tono que popularizó ‘Cinco horas con Mario’, pero no hay aquí reproche hacia el muerto, sino amor infinito, más allá de la muerte, a la mujer adorada y perdida, como si el protagonista fuera un triste Orfeo que se ha desdoblado ahora, por la torpeza y el dolor, en dos personajes esquizofrénicamente irreconciliables: por un lado, aquel José, egoísta y donjuanesco; por otro, Pepe, desquiciado pero despierto, que, a diferencia del primero, ha aprendido, ahora, a hablar con las almas y a leer la vida con el corazón.

A lo largo de las 137 páginas que componen esta novela, breve pero muy intensa, leemos líneas que son un prodigio de hondura vital y comicidad a la vez, escenas que podrían llevarse al cine o al teatro (pág. 58), vivaces, humanas, hondamente doloridas y sentidas, escritas con humor y amor, sobre el más acá y el más allá, ecos de un personaje que transmite el mismo concepto de lo sagrado a lectores creyentes o agnósticos, cercano al panteísmo de las almas animadas por un divino soplo. Novela aparentemente espeluznante a veces, siempre tierna, donde el amor redime al personaje y lo hace tremendamente humano a nuestros ojos, lúcido y sensato en su delirio. Los monólogos, la acción, el lugar, los personajes, las alusiones, todo parece moverse en torno a la enfermedad, a la salud física y mental, a la muerte, a la finitud, a la fragilidad humana, a la memoria, a la trascendencia o a la falta de ella, pero, en realidad, no es la muerte el tema principal sobre el que gira toda la novela, como en un clásico eterno retorno de lo mismo, no, no es la muerte el tema central de esta exquisita novela, sino el amor.

'A contratiempo'

Autor: Jorge Tamargo.

Editorial: Difácil. Valladolid, 2022.