El último libro de Espido Freire, Tras los pasos de Jane Austen (Ariel), se balancea entre el ensayo y la guía de viajes. Es una investigación que la autora admite realizar «con profundo respeto por su obra», ternura y fascinación, un «recorrido emocional por los territorios reales y ficticios» de Jane Austen. Espido Freire admite que entiende y escudriña «mejor en lo que la rodeaba». Un libro publicado en febrero de 2021 que nos sitúa en el contexto histórico, familiar o educativo de Jane Austen y, además, nos lleva tras sus pasos de la mano de la escritora bilbaína.

- Este libro parte de «Querida Jane, Querida Charlotte» y, sin embargo, «tiene poco que ver con él». ¿Cómo ha profundizado en Jane Austen durante estos 17 años de estudio?

- Viajes, lecturas, reflexión, la aportación de otros autores… Las adaptaciones de cine y series también me han servido para observar no solo cómo la ve el espectador, sino también cómo me siento yo ante ellas. Y mi propia madurez como autora ha influido en entenderla de otra manera.

- ¿Qué se descubre de ella al ir ‘Tras los pasos de Jane Austen’?

- Depende de qué sepa el lector de Jane Austen. Aunque es un libro que aborda aspectos muy diferentes y, aunque hay auténticos expertos en su vida y los recovecos de su obra, espero que la mayoría de los lectores descubran muchos matices. Es un libro de una autora sobre otra autora, y esa mirada creo que resultará la principal novedad.

- Además, guía nuestros pasos por este recorrido entre nueve ciudades por las que transcurre la vida de Jane Austen. Incluye una breve guía y resalta lo más significativo de cada punto. ¿Cuál es su parada favorita?

- Me cuesta elegir. ¿Chawton? ¿Bath? Quizás me quede con Bath, porque incluye la herencia romana, el paso de Mary Shelley y algunos años mudos pero muy decisivos para Jane Austen.

- ¿Por qué es tan importante el contexto familiar e histórico para la educación de Jane Austen y su obra?

- Si hablara únicamente de su obra es posible que intentara desligar la experiencia autobiográfica de la creación literaria. Pero una biografía no puede concebirse sin qué ocurrió antes (lo que la formó) y qué ocurrió después (lo que nos ha llegado de ella). A veces se tiene la tendencia a creer que Jane surgió casi de la nada, de manera espontánea y fácil: ver las dificultades que afrontó, sus lecturas, sus vacilaciones y su decisión completan ese retrato.

- Ese «conocimiento básico para chicas» como ella, ¿cómo cree que influyó en sus obras?

- Jane no acudió a la universidad y tuvo pocos años de educación formal. Se educó en casa, como tantas otras, con un acceso muy libre a la biblioteca paterna, y la supervisión de madre y hermana mayor. La educaban, como su propia madre, tías y primas, para casarse, pero eso no significaba convertirla en una inútil. Desde la gestión económica de una casa, los cuidados médicos primarios y la capacidad de entretener a familia e invitados, una señora de su clase social recibía una cantidad impresionante de conocimientos prácticos. Ella, por gusto propio, añadió un interesante bagaje literario y una filosofía de vida de una gran dignidad. Era, además, una magnífica psicóloga. Todo eso aparece en sus tramas y en sus personajes. No solo componía su realidad, sino también su mundo literario.

- Comenta cómo, a menudo, se olvida el peso de esa educación femenina que debió tener en su vida y critica «el desprecio extendido en este tipo de formación…».

- Es un desprecio que continúa hasta el día de hoy. Influye en la composición del canon literario y en el juicio a las obras. La correspondencia de Jane, que hoy atesoramos como un documento de gran valor, fue considerada sin interés literario por apartarse de las cartas clásicas que se conservan de otros autores, en los cuales la materia de discusión se centra en temas tradicionalmente considerados elevados. Jane configuró su obra en base a sus lecturas y su experiencia, como lo hizo Dickens con la pobreza infantil y tras su paso por la fábrica de betún. Sin embargo, las vivencias de Jane parecían siempre menores, triviales y desprovistas de interés por carecer del elemento dramático convencional.

- ¿A qué se debe que haya sobrevivido, durante tantos años, no solo su obra, sino también su pensamiento y «filosofía personal» como «autora moral»?

- A la capacidad de apelar de manera directa, clara e irónica al alma humana. Es una autora que conserva la frescura de un contemporáneo y la profundidad de un clásico. Eso hace que las adaptaciones, más o menos fieles en lo histórico, continúen reflejando las dudas, las decepciones y las esperanzas de hoy en día.

- En tu opinión, que las cartas de Jane escondieran a «la Jane más divertida, sincera, malvada y cercana», ¿se deben al propio género epistolar o a la confidencialidad?

- A la confidencialidad y al deseo bienintencionado de sus herederos de transmitir la mejor imagen posible de Jane Austen según su criterio del momento y de su propio esquema moral. Con eso nos privaron de una faceta que ahora consideramos particularmente interesante.

- ¿Por qué cree que existe un conflicto entre lo que creemos que Jane narra y lo que realmente cuenta?

- Sesgo cognitivo. Durante décadas se nos ha mostrado una Jane ligada a su obra, y una obra en la que se sobredimensiona la parte del romance y la estética de la época. Eso hace que para muchos lectores resulte complicado (algunos tampoco quieren) verla como una autora más crítica, más desencantada y más profunda de lo que ya están acostumbrados a percibir.

- ¿En qué escena literaria situaría a Jane Austen en la actualidad?

- Depende de a qué edad. Redes sociales como veinterañera, autopublicación en los treinta, bestseller internacional en los cuarenta. No creo que fuera muy sociable, ni tampoco que entrara en un grupo o generación homogénea. Y tampoco creo que le gustaran mucho las entrevistas, sobre todo según se hacía mayor.

- ¿Qué queda por descubrir de Jane Austen? ¿Tienen los lectores que prepararse para más giros deliciosos del destino?

- No puedo aventurarlo. Creo que hay interpretaciones nuevas más que nuevos descubrimientos, por mucho que cada equis tiempo aparezca una nueva carta, o un objeto personal. Su obra parece casi unánimemente estudiada al completo. Creo que nos queda mucho por compartir de ella y, en ese sentido, clubes de lectura, las sociedades nacionales de Austenitas y los grupos especializados realizan una gran labor.