¿Cómo podría resumir qué es y qué hace la Delegación del Casco Histórico?

La Delegación Municipal de Casco Histórico se crea para poner en marcha el Plan de Gestión del Casco Histórico (PGCH). No es obligatorio, pero es una recomendación de la Unesco para todos los cascos históricos que están vivos, como el nuestro. Es una labor compleja, de hormiguitas, aunque cuando se desarrolle se verá su fruto. El trabajo ha sido arduo. Primero recoger información y ver qué se está haciendo en otras ciudades y cómo lo valora la Unesco e Icomos. Es complejo porque son muchas cosas las que ocurren en el Casco Histórico, que es de los más grandes con 256 hectáreas, de las que solo 82 están declaradas Patrimonio de la Humanidad, pero todas protegidas por un Plan Especial (Pepch) de hace ya veinte años. Todavía hay muchas ciudades semejantes que no tienen un instrumento como éste. Sin embargo, el PGCH englobará mucho más aspectos y pondrá el foco en la calidad de vida del vecindario. Se ha estudiado mucho para hacer los pliegos de condiciones. Estamos a expensas de terminar la evaluación de ofertas que han presentado tres empresas para adjudicar la redacción.

¿Da tiempo para febrero, que es el plazo que fijó una moción en el pleno ordinario de octubre?

Tenemos ya mucha información recopilada y se le entregará a la empresa que gane el concurso. Podremos presentar en febrero parte de cómo está diseñado.

También hace poco se conoció el diagnóstico de Vimcorsa del estado del parque inmobiliario, con más de un millar de viviendas en mal estado en el Centro. Aunque para lo grande que es el distrito, quizá no ha salido tan mal parado, ¿no?

Siempre preocupan los problemas de vivienda y siempre hay que mejorar. Pero a mí me ha parecido muy interesante los resultados del plan de viviendas, que lo vamos a incorporar al PGCH. Ciertamente, los números son llamativos, pero hay que tener en cuenta que es muy compleja la gestión. Además de ser un casco histórico enorme, casi el 90% de los inmuebles son de titularidad privada, intervenir es difícil y hay circunstancias muy diversas: necesidades económicas, inmuebles sujetos a herencias conflictivas, etcétera. Que el Casco Histórico esté bien depende también mucho de la inversión privada, así que dentro de lo que cabe podría decirse que se está llevando bien.

Además de las 256 hectáreas del Casco Histórico, el Pepch hace veinte años elevaba la cifra a 365 con el sistema de bordes, zonas que rodean al Centro y lo dotan de servicios y equipamientos. ¿El PGCH también afectará a esa área?

Sí, por supuesto. No solo podemos tener en cuenta la zona antigua sino también la zona de amortiguamiento, que es como se denomina ese cinturón. Ahí se tienen que estudiar equipamientos para responder a la demanda. La conexión del Centro con los barrios tiene que tener un cierto orden.

Aparte de grandes cuestiones, ¿el PGCH también ‘gestionará’ alguna insoportable despedida de soltero? Lo digo por las quejas que se han multiplicado recientemente.

Pues también se verá. Hay que recordar que el PGCH parte de 85 ratios que afectan a la vida de todo el vecindario. Se va a analizar todo: movilidad, equipamientos, tipo de viviendas, usos... el PGCH facilitará la relación transversal con todas las áreas municipales y como será un plan dinámico, permitirá ir viendo resultados y si hay que incidir en algún aspecto con más fuerza... Si concretamos con el caso de las despedidas de soltero, en lo que se está trabajando es en un turismo de calidad, basado en el atractivo cultural. Hay soluciones que están tomando en otras ciudades que quizá haya que estudiar.

Hablemos de otra de sus responsabilidades, la Participación Ciudadana. ¿Es algo más complejo de lo que parece, no?

Sí, es complejo, pero es un trabajo muy bonito. En Córdoba, afortunadamente, la participación está muy bien estructurada desde hace mucho tiempo y fue pionera. Los mecanismos de participación están muy claros y hay buena comunicación. Es cierto que estamos faltos de recursos, como eso pasa en la administración en general, pero yo estoy muy orgullosa del trabajo que realiza el equipo.

¿Se refiere a los centros cívicos, sobre todo?

Muchas veces no podemos hacer más por esa falta de personal, pero hemos podido garantizar todas las actividades que nos habían solicitado por parte de los consejos de distrito, porque cuando falta personal tanto técnico como directivo... El esfuerzo que han hecho ha sido tremendo. También tengo que agradecer el esfuerzo del Consejo del Movimiento Ciudadano y los presidentes y presidentas de los consejos de distrito. Cuando hay voluntad... intentamos mejorar. Ahora van a salir tres plazas para direcciones de centros cívicos. Y también lo veo como un reto, porque la sociedad va cambiando mucho y a lo mejor necesita actualizar e incluir otras formas de comunicar y de que se conozca la importancia de ese trabajo de voluntariado de los colectivos, que deben conocer las generaciones más jóvenes.

Su delegación también tiene competencias en las relaciones con instituciones en materia de patrimonio.

Sí. La delegación está dentro de la Comisión de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y también lleva la coordinación de la secretaría de Europa del Sur y Mediterráneo de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial (OCPM). El trabajo más reciente, del que nos sentimos orgullosos, ha sido el desarrollado en la conferencia de septiembre en Quebec, de donde nos hemos traído para Córdoba el próximo congreso mundial del 2024.

En ese congreso de Quebec quedó patente el esfuerzo que se está haciendo en Córdoba, por ejemplo, para conjugar las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo con el patrimonio. Se ha dicho que somos referente en la iniciativa, ¿es cierto?

De hecho, también en las jornadas que hicimos en septiembre con la Unesco aprovechamos para contar los trabajos que están haciendo en la Gerencia de Urbanismo al respecto. Es algo que no es fácil, porque es un problema que está afectando a todos los ayuntamientos con cascos históricos. Nosotros estamos en contacto con ellos, con Icomos, la Unesco, Cultura...

Terminemos con cierta carga emocional. Si tuviera que elegir personalmente un sitio, solo uno del Casco Histórico... ¿Cuál sería?

¡Qué difícil! Un sitio que me embruja es la plaza de Jerónimo Páez. La paz que respiro en esa plaza me reconforta, me llena... Pero es que me gusta todo. El Casco Histórico es el espíritu de Córdoba.