MEDIO AMBIENTE

Unas jornadas en Santa Rita analizan las tendencias de lluvias y temperaturas en cinco espacios andaluces

Se enmarca en una investigación de la Universidad de Córdoba para la preservación de los recursos ecosistémicos de los parques naturales

Unas jornadas en Santa Rita analizan las tendencias de lluvias y temperaturas en cinco espacios andaluces.

Unas jornadas en Santa Rita analizan las tendencias de lluvias y temperaturas en cinco espacios andaluces. / CÓRDOBA

José Moreno

José Moreno

El Centro de Visitantes Santa Rita del Parque Natural de las Sierras Subbéticas ubicado en el término municipal de Cabra, ha acogido unas jornadas enmarcadas en la investigación que el grupo de Dinámica Fluvial e Hidrología de la Universidad de Córdoba ha realizado con el fin de analizar las tendencias históricas de precipitación y temperatura en cinco espacios naturales andaluces representativos de sistemas de montaña mediterráneos como son los Parques Naturales de las Sierras Subbéticas, Cardeña- Montoro, Cazorla-Segura y las Villas, Sierra Nevada y Grazalema.

Un trabajo enmarcado en el proyecto Monada Tendencias hidrometeorológicas en zonas protegidas de montaña en Andalucía: ejemplos de codesarrollo de servicios climáticos para estrategias de adaptación al cambio climático, que ha permitido en estas jornadas presentar por un lado las tendencias hidrometeorológicas y los indicadores generados así como evaluar junto a los usuarios esos indicadores a la hora de gestionar los espacios protegidos, ya que las zonas de montaña mediterránea son espacios sensibles a los efectos del cambio climático, pero también un laboratorio en el que estudiar tendencias y plantear estrategias de adaptación a esos cambios.

Bajo esa premisa, Ana Calbet, Ana Andreu y Rafael Pimentel, investigadores de la Unidad de Excelencia María de Maeztu – Departamento de Agronomía, de la Universidad de Córdoba (DAUCO), han analizado las tendencias históricas de precipitación y temperatura en los mencionados espacios naturales protegidos de Andalucía, profundizando en la preservación de los recursos ecosistémicos de los Parques Naturales que permitan desarrollar nuevas estrategias de gestión que los usuarios finales puedan incorporar en sus labores de conservación y mantenimiento.

Los resultados obtenidos muestran un aumento generalizado de las temperaturas medias en los cinco Parques Naturales estudiados y un descenso progresivo de la precipitación, con un incremento pronunciado en la variabilidad. Esto podría traducirse en un mayor número de eventos extremos, como lluvias torrenciales o sequías prolongadas. Sin embargo, hay un caso en el que estas tendencias invierten su carácter, el del Parque Natural Sierra de Grazalema, donde las precipitaciones anuales tienden a aumentar.

Una característica de esta investigación ha sido su cariz participativo, integrando desde sus inicios a diversos usuarios del ámbito de la gestión de Parques Naturales, como estrategia para establecer puentes entre las diferentes fuentes de información hidrometeorológica disponibles y las necesidades de los usuarios.

Para el caso de las Sierras Subbéticas, un ejemplo de indicadores para el caso de la encina, una de las especies más representativas, ha sido el de la precipitación acumulada en primavera. Este indicador según dicho estudio, muestra una disminución en su tendencia, fundamentalmente en la mitad oeste, más pronunciada a partir del año 1990. Además, observaron un aumento en la variabilidad y una mayor diferencia entre años húmedos y secos.

Junto a los usuarios se discutió el uso y tipo de información hidrometeorológica que se necesita para la gestión actual de estos espacios, qué información útil se puede ofrecer desde la academia para las labores de gestión y qué huecos podrían cubrirse. En general, los asistentes señalaron que este tipo de información hidrometeorológica no se utiliza en el día a día de la gestión a nivel institucional, sino que se incorpora al establecer los planes y memorias anuales. Sin embargo, explicaro que sí que sirve de manera rutinaria en los niveles técnicos, por ejemplo, para el seguimiento de incendios o la producción de cultivos.

Las personas participantes coincidieron en que necesitaban estos indicadores previamente a la toma de decisiones y que podían ofrecer nuevas posibilidades en la gestión, por ejemplo, para repoblaciones, nidificación o carga ganadera, buscando la mejor manera de integrar su uso en la gestión rutinaria mediante transferencia del conocimiento.