«La nueva sede de la AECC en Lucena nos prepara mejor para atender a los enfermos»

Araceli Chicano Ortiz (Lucena, 1958) lidera desde hace 15 años la AECC en Lucena. El incontable tiempo empleado se contrapesa con un solo enfermo que se sienta reconfortado por la asociación. Incesantemente, reitera la trascendencia de la investigación y la prevención y antepone la supervivencia a la resignación.

¿Cuáles fueron los orígenes de esta junta local de la AECC?

Los orígenes comenzaron con Mari Carmen Aguilera, Antonio Aguilera y Mari Ángeles Sánchez Sicilia. Hicieron la asociación por la falta de ayuda hacia las personas que padecían cáncer y no encontraban un sitio adecuado. En primer lugar, fundaron Alucan, la Asociación Lucentina contra el Cáncer, y se constituyó en 1993. Por el trabajo que estaban haciendo en sus comienzos, se fijó en ella la asociación nacional y les ofrecieron que se instituyera la junta local de la Asociación Española contra el Cáncer y en 1994 nos adherimos y dejamos Alucan. Cuando pasaron a ser AECC, la asociación a nivel nacional exigía ser independientes económicamente. Al final, las ayudas van al mismo sitio. Entonces, empezamos a ser AECC. 

¿Cómo ha cambiado, desde entonces y hasta ahora, la percepción de la enfermedad del cáncer entre la sociedad lucentina?

Ha sido bastante positivo. En Lucena, con los profesionales que hemos tenido, se ha podido trabajar realmente bien. Porque disponemos de una sede, tenemos los profesionales aquí mismo, y sobre todo, el respaldo del Ayuntamiento y la población. La investigación es muy importante, así como las campañas de prevención, ayudamos más para la prevención del cáncer. En el tratamiento del cáncer, lo más importante de todo es la investigación y la prevención. Por todo ello, estamos muy orgullosos de la población lucentina, ya que siempre que hacemos campañas, eventos u otras actividades, se vuelca. Tenemos que colaborar para invertir en la investigación y, si no tenemos el aliento social y de las instituciones, nos costaría más trabajo. Los medios que poseemos son las subvenciones, las donaciones y los socios.

"Tenemos que colaborar para invertir en la investigación y, sin el aliento social y de las instituciones, costaría más trabajo"

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¿En qué consiste vuestra labor diaria?

Se basa en ayudar al enfermo de cáncer, a través del servicio de psicología, cuando le comunican el diagnóstico. Tenemos también profesional de fisioterapia, que ayuda bastante al linfedema del paciente. Un voluntario enseña para que puedan hablar con el estómago los enfermos de cáncer que están operados de cáncer de garganta, de una laringectomía, y también contamos con una administrativa.

¿Cuáles son vuestros servicios más demandados?

Sobre todo, la psicóloga, los drenajes y la fisioterapeuta. Se han dado ayudas económicas de manera excepcional. Solo se dan seis meses y en situaciones extraordinarias nos ponemos en contacto con Servicios Sociales para comprobar su situación económica real. 

¿A cuánta gente ha podido atender, en el cómputo de su trayectoria, la junta local de la AECC en Lucena?

Es muy complicado cuantificar un número exacto, pero, aproximadamente, sobre un centenar de personas al año.

Actualmente, ¿cuáles son las principales reivindicaciones que demandáis a las administraciones públicas?

Este año hemos hecho la Campaña del Cáncer. La Asociación Española Contra el Cáncer, junto con el Gobierno central, impulsan un acontecimiento excepcional y le llaman Todos contra el Cáncer. Intentamos movilizar y concienciar a toda la sociedad española a fin de seguir sumando recursos. La misión es clara: alcanzar el 70% de la supervivencia, frente al cáncer, en España para 2030. Según las investigaciones, se van a disparar todos los tipos de cáncer y uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres lo padecerán. La divulgación busca la movilización social. En definitiva, aspiramos a incrementar la atención de familiares y pacientes, necesidades clínicas y no clínicas. Aumentar la investigación oncológica para aumentar la supervivencia y buscar la excelencia. Todos unidos frente al cáncer podemos conseguir más. 

"Los medios que tenemos son las donaciones, ayudas y socios"

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¿Cuántos proyectos de investigación habéis financiado en vuestra trayectoria?

Nosotros, todas las juntas locales, a nivel provincial, siempre damos un tanto por ciento del dinero que se recauda para la investigación. De hecho, en el ámbito provincial, todos los años subvencionamos tres becas en Córdoba. Y, precisamente, nosotros colaboramos con las donaciones de las herencias y del libro de Manuel Lara Cantizani en un proyecto de investigación del sarcoma de Ewing. Colaboramos con 90.000 euros, exclusivamente desde la localidad de Lucena.

¿Qué proyectos de futuro contempláis?

El proyecto es la sede. Aquí estamos más cerca -en la calle Veracruz-- del paciente y del familiar. Además, estamos mejor preparados, con las salas de drenaje y psicología. En la sala principal nos reunimos para hacer los talleres, que son una terapia grupal. El objetivo es seguir sumando ayudas para los gastos de los profesionales. 

En un plano personal, ¿qué te ha aportado todos estos años dentro de la junta local de la AEEC?

Es una gran satisfacción saber que se puede responder a la persona que pide ayuda. Es la principal satisfacción, ver que esa persona se va a gusto, que se siente que ha sido acogida. Para eso trabajamos, para ayudar al enfermo, te compensa todas las horas y la dedicación.