estudio previo a la licitación de la redacción del proyecto

La remodelación del mercado de abastos de Lucena permitirá unir tres calles

Una primera estimación eleva el presupuesto a los 1,5 millones y se optará a varias subvenciones | El Ayuntamiento desea generar espacios diáfanos y potenciar la iluminación y la accesibilidad

Interior del mercado de abastos de Lucena.

Interior del mercado de abastos de Lucena. / Manuel González

La reconfiguración integral del mercado de abastos de Lucena supera la primera fase con la recepción de un estudio técnico-comercial, concebido como anteproyecto. La mesa de trabajo, presidida por Vox, ha acordado iniciar el expediente administrativo correspondiente a la licitación del proyecto.

El documento confeccionado por la empresa Dreaming Markets define las intervenciones estructurales y tangibles. El Ayuntamiento pospone la elección del modelo de gestión y tampoco aclara qué nuevos servicios o negocios de gastronomía y ocio convivirán con la prioritaria venta de productos tradicionales. El concejal de Mercados, Lucas Gómez, reitera que la administración local y los comerciantes, al unísono, «han de ir de la mano» al adoptar decisiones que redunden en la modernización o transformación de este recinto municipal.

La posesión del primer informe posibilita al Consistorio concurrir a líneas específicas de subvenciones porque una primera evaluación eleva el coste de la intervención global a los 1,5 millones, cifra inasumible para el Ayuntamiento. Al término de primavera, emergerán convocatorias de los fondos Next Generation, acopladas a esta finalidad, y la obtención de ayudas de la Junta de Andalucía comporta una segunda alternativa.

La reconfiguración planteada en el edificio ubicado entre la calle General Chavarre y la plaza de Archidona se basa en una apertura y conexión de los espacios y en el incremento de la luminosidad. Mientras, el Ayuntamiento continúa con campañas de promoción, rebajas de tasas y ha ubicado sendas pantallas digitales.

Una de las actuaciones esenciales consiste en enlazar la calle principal con los dos sectores laterales, de menor visibilidad y que acumulan años con distintos módulos cerrados. Con un diseño en forma de cruz, desde el centro de la vía central de esta planta primera discurrirían sendos pasillos hacia las zonas contiguas. Una evolución que aspira a materializar una superficie más diáfana sin unas divisiones perjudiciales y que conseguirá afianzar «la imagen de un espacio más abierto y acogedor».

La reforma incluye una «armonización», apunta el edil socialista, de la iluminación, con actuaciones tendentes a acrecentar la luz captada del exterior y, también, a actualizar las luminarias interiores.

En la enumeración de las inversiones principales, resalta, asimismo, la instalación de un ascensor que conecte el aparcamiento subterráneo con la propia extensión interior del mercado de abastos. Entre las dependencias propias, unas estancias acristaladas acogerán a los encargados de asumir la futura gestión. En relación a los accesos, el trabajo afrontado por la plataforma especializada perfila una entrada con escaleras automáticas desde la calle La Villa.

Aclara Lucas Gómez que este planteamiento se enriquecerá con las aportaciones de los concesionarios de los módulos. Continúa pendiente la división de las fases y los plazos de la ejecución persisten difuminados. Además, debe resolverse si los actuales placeros habrán de abandonar sus puestos durante las obras.

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