REPORTAJE

Reconocimiento agridulce

La congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados celebra su 150 aniversario pendiente de abandonar Baena | La decisión lleva meses de retraso porque esperan una solución para el asilo

Las hermanitas junto al capellán, hermanos mayores, residentes, voluntarios y autoridades.

Las hermanitas junto al capellán, hermanos mayores, residentes, voluntarios y autoridades. / M. ARIZA

La congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados ha celebrado el 150 aniversario de su fundación. Una efemérides que en Baena ha tenido un importante significado, ya que desde hace tiempo se sabe que su estancia en Baena tiene fecha de caducidad, después de cuidar a los mayores durante 123 años.

Fue en mayo de 2021 cuando anunciaron su marcha ese mismo año, una decisión que se tomaba por la falta de vocaciones y la necesidad de hacer una fuerte inversión para adaptar el edificio a la normativa vigente para conseguir la acreditación por parte de la Junta de Andalucía. En ese momento había 40 residentes y 14 empleados. Actualmente hay 10 trabajadoras, 17 ancianos y 3 monjas, sor Felicia, sor Carmen y sor Dominga.

Desde el anuncio de que dejaban la que ha sido su casa durante 123 años, los grupos políticos presentes en el Pleno de Baena han buscado una solución al futuro del asilo que está unido al barrio. Se llegó a proponer incluso una fundación que gestionara la residencia, pero no fue una buena opción.

Ahora, la alcaldesa, Cristina Piernagorda, traslada un mensaje positivo sobre el futuro. En la solemne eucaristía que se celebró ayer en la iglesia conventual de San Francisco, Piernagorda agradeció la labor silenciosa de las monjas, les recordó que son «muy importantes para nosotros» y les entregó una placa de recuerdo. Sobre el futuro de la residencia, recordó que llevan tiempo hablando con la congregación y que las últimas noticias son que va a entrar una nueva empresa con la que hay un preacuerdo por el que se harán cargo del edificio pero con una actividad distinta a la residencia de ancianos. Para ello, «el Ayuntamiento comprará el edificio», algo que confía en que se formalice en breve.

Durante la misa, las cofradías que tienen su sede canónica en la iglesia de San Francisco han entregado a las tres monjas un recuerdo, un cuadro con las imágenes de sus titulares, Jesús Nazareno y Jesús del Huerto. Javier Valbuena, hermano mayor de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, puso en valor el trabajo que vienen desarrollando desde 1900 en Baena al cuidado de nuestros ancianos y mayores. «Una labor impagable por parte del pueblo de Baena», dijo y agradeció el cuidado del templo de San Francisco, ya que ellas han contribuido a que los actos que las cofradías han celebrado «luzcan con esplendor y solemnidad». Añadió que allá donde vayan «las dos cofradías siempre las llevaremos en nuestros corazones y en nuestras oraciones».

Durante la homilía, el capellán José Priego calificó la celebración del aniversario como «alegre y triste» y recordó que cuando alguien acude a la residencia de San Francisco, «no se le pregunta por la pensión, ni por cuánto aportan, sino que se les abre la puerta».

No hay fecha para su marcha aunque mientras esta llega con alguna solución, los residentes han ido abandonando la que ha sido su casa, a su pesar, por miedo a perder una plaza en otra de las residencias tanto de la localidad como de fuera. Las cofradías confían en que las hermanitas estén durante toda la cuaresma y la Semana Santa.

Las monjas han iniciado su mudanza y como la fundadora de su congregación, Santa Teresa de Jesús Jornet, confían en la providencia y en seguir entregadas a los ancianos.

Suscríbete para seguir leyendo