Olor añejo a gasolina desde el amanecer del sábado en Lucena. Sonido tembloroso y acompasado de unos motores históricos y refinados. Escudos y banderolas que avalaban la procedencia nacional y hasta travesías internacionales. La Ruta Subbética en Vespa ha retornado en su genuina dimensión y transita este sábado, entre Lucena y Cabra, por montañas apacibles y pendientes intermitentes de viñedos.
Desde Alemania, Salvator Breci, habitante de Mönchengladbach, ha viajado hasta el auténtico sur de España seducido por esta cita que congrega a medio millar de aficionados. En la Caseta Municipal de Lucena, una vez completados más de 90 kilómetros, ha recibido la distinción como participante con origen más lejano.
El reparto de las primeras acreditaciones, en La Bodeguita del Casino, inauguró, en la noche del jueves, un fin de semana de reencuentros, visitas turísticas y diversión anclada a la motocicleta.
La reubicación en el Paseo de Rojas del núcleo musical y solidario, desde la tarde del viernes, ha significado una de las principales modificaciones. Las melodías locales de Vinilo 8.0 y la universal misión benéfica de Infancia Solidaria lograron fundirse, antes y después de la subida al Santuario de Aras. El dinero recaudado regalará un digno porvenir a Cristopher, un bebé de Venezuela, aquejado de una cardiopatía irrecuperable en su país, y que volará hasta España para poder seguir con vida. "El viaje de la esperanza, de Sudamérica a Córdoba", lo definen desde la oenegé.
El capítulo 2022 de esta cita, al menos, europea, promovida por el Vespa Club Lucena, ha elegido la franja norte de la Subbética cordobesa. Los moteros, con Vespas y Lambrettas, tras el típico desayuno molinero, arrancaban desde las instalaciones FM Calefacción, en dirección a Monturque, con el primer destino en la Plaza de España de Cabra. El avituallamiento intermedio esparció a los inscritos en los bares que circundan el ayuntamiento de Cabra e incluso rodaron por algunos de los elementos troncales del patrimonio cultural egabrense.
Aproximadamente una veintena de vesperos llegaron desde la Comunidad Valencia y erigieron al Vespa Club Castelló como la primera entidad, fuera de Lucena, con mayor número de integrantes, seguida, en el podio, por el Tesorillo Vespa Club y el Vespa Club Marbella. El colectivo más lejano, dentro del territorio nacional, correspondió a unos amantes de esta atracción irrefrenable de Cangas de Onís, en Asturias. El mapa conquistado también se componía de concurrentes de Suiza, Inglaterra, Francia, Italia y Portugal.
La programación culmina este domingo por la mañana con un itinerario turístico y guiado por Lucena.
