A pesar de que actualmente está lloviendo muy poco, la lluvia se convierte cada año en una espada de Damocles para los habitantes de Villa del Río, ya que por su situación orográfica, entre el río Guadalquivir y varios montes de la campiña, ven cómo sus calles y polígono se inundan, llegándose en ocasiones a declarar como zona catastrófica. Ello ha llevado al actual equipo de gobierno, liderado por Emilio Monterroso, a solicitar a las diferentes administraciones apoyo para evitar nuevas riadas, como la ocurrida hace una década.
Unas veces las riadas vienen por el arroyo Salado, donde el puente romano ejercía como embudo cuando llegaban fuertes trombas de agua; y otras por la zona de montaña, que desagua hacia los huertos familiares, varios barrios y diferentes polígonos industriales, como el de la Estrella, Anzarino y la Vega.
Por este cúmulo de circunstancias, y tras varias reuniones del alcalde en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) en compañía incluso del senador Alfonso Muñoz Cuenca, esta institución, dependiente del Gobierno de España, llevará a cabo en Villa del Río diferentes proyectos que cuentan con una financiación que supera los 5,7 millones de euros.
Por un lado, se trata de una actuación prevista para el ciclo 2022-2027, incluida en la Revisión y actualización del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI 2º ciclo)», denominada Proyecto de encauzamiento del Camino del Granadillo. Estudio de alternativas para la defensa de inundaciones de Villa del Río - Camino del Granadillo, que contará con presupuesto durante el próximo lustro.
Asimismo, la CHG incluirá en el Programa de Medidas PGRI la medida determinada en el estudio coste-beneficio de mejora de la inundabilidad del río Guadalquivir a su paso por el término municipal de Villa del Río, con un presupuesto de 50.000 euros.
El objetivo de ambos proyectos es dar por culminado todo tipo de inundaciones en esta localidad, canalizando el agua de las escorrentías que llegan de las montañas de la zona sureste que vierten hasta el casco urbano, con lo que se evitará en un futuro que, en caso de lluvias copiosas, se vuelva a inundar la localidad. En el año 2011 también se produjo el desbordamiento del río Guadalquivir a su paso por Villa del Río, afectando no solo al recinto ferial, sino también a la piscina municipal, campo de fútbol y otros equipamientos municipales, así como industrias, comercios y casas particulares, debido al tapón que también ejercía el paso del ferrocarril en varios puntos.
Las riadas han sido mayúsculas en las últimas décadas
En esta zona la Diputación Provincial está llevando a cabo la colocación de grandes bloques te piedra para que el canal de agua que conduce al Guadalquivir no se destruya.
La última riada producida en esta localidad fue a finales de marzo del año 2020. El área de Urbanismo del Ayuntamiento de Villa del Río se tuvo que emplear a fondo en tareas de limpieza de la carretera CO-5104, de Villa del Río a Cañete de las Torres y otras vías afectadas por las lluvias.
Aunque las copiosas lluvias del 2020 solo arrastraron un lodazal de barro, no impidió el tráfico rodado, pero los problemas de inundaciones en este pueblo arrancan de una década para atrás, cuando el colector principal no daba abasto para desaguar las fuertes escorrentías procedentes de las laderas situadas junto a la ermita de la Virgen de la Estrella, con lo que la actuación prevista por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en los próximos 5 años pondría punto y final a una situación que ha mantenido amenazados a los villarrenses durante años.
