En la tarde de este sábado ha llegado a Cabra un autobús en el que viajaban 8 refugiados ucranianos que han logrado escapar de la tragedia de la guerra. Lo han hecho gracias al esfuerzo de una compatriota que lleva 15 años residiendo en Cabra, llamada Liudmyla Klymenko.

Según ha contado a este periódico su marido, el egabrense Manuel Lama, que explica que tras el estallido de la guerra y las primeras salidas del país de los ciudadanos de Ucrania, su mujer empezó a recibir llamadas pidiendo auxilio. Tras recrudecerse el conflicto el pasado día 28 de febrero, el matrimonio se puso manos a la obra para organizar una expedición, con la colaboración de una asociación local, Cincoporcinco Solidaridad y empezaron a recaudar donativos de los egabrenses con los que se ha podido sufragar el gasto del autobús desde España hasta la frontera ucraniana.

Para llegar y volver, el vehículo ha tenido que pasar por Rumanía, Hungría, Eslovenia, Italia y Francia, para finalmente pisar suelo español y ver un horizonte un poco más esperanzador. Para los niños se ha preparado todo para que el lunes vayan al colegio, en principio solo como oyentes, hasta que se regularice la situación. A su llegada, según cuenta Lama, los refugiados se alojarán en la residencia de Promi, pues en el grupo, además de madres con sus hijos pequeños, viene un joven con discapacidad.

A partir de esta próxima semana, todos intentarán iniciar una nueva vida. Y Liudmyla, "apenas descanse un poco", volverá, porque, según ha señalado su marido, “hay allí otras 15 personas esperándola”.