El Ayuntamiento de Pozoblanco, la Cofradía de la Virgen de Luna y la Parroquia de Santa Catalina han acordado este jueves que la romería de traída, prevista para el próximo 20 de febrero, se celebre bajo la liturgia y tradición habitual, tras la suspensión ocasionada el pasado año por la pandemia. Después de analizar la situación sanitaria, lo que han acordado las tres partes implicadas es que se celebre esta festividad religiosa, aunque bajo todas las medidas de prevención que están vigentes y atentos siempre a la evolución de la incidencia del virus de las próximas semanas. Para ello, se va a constituir una comisión de trabajo en la que se diseñará el dispositivo de seguridad y prevención sanitaria más adecuado.

El Consistorio también ha decidido trabajar en el programa paralelo de la romería, pero, al igual que ocurrió con el de Navidad, adaptado a las actuales circunstancias y ajustando todas las actividades a la normativa actual. El objetivo de esta programación se centra principalmente en divulgar la tradición entre los más pequeños y fomentar las relaciones intergeneracionales y el conocimiento de la historia de Pozoblanco.

La romería de la Virgen de Luna se celebra en el Santuario de la Jara, un paraje natural situado en plena dehesa de encinar de Los Pedroches, la mayor que existe en el mundo. Los hermanos de la cofradía acompañan a la imagen desde de la ermita hasta el municipio, donde queda durante casi cuatro meses en la Iglesia parroquial de Santa Catalina antes de volver a su santuario en la tradicional romería de llevada, que se celebrará el Domingo de Pentecostés, el 5 de junio.