Decir La Rambla es sinónimo de alfarería y cerámica. Ambas artesanías son santo y seña de este municipio. Buena muestra de ello es su Asociación de Artesanos Alfareros, que data de 1984 y es un referente del sector, un nexo de unión de los artesanos y trampolín para promover sus proyectos y desarrollar este gremio.

Piezas de cerámica elaboradas en La Rambla. Córdoba

Esta asociación defiende la esencia de un sector que, además de fabricar y vender cerámica, representa una forma de ser, un estilo de vida, un arte, ligados a una cultura alfarera ancestral. Su tradición artesanal y espíritu emprendedor fueron claves para erigirse, en 2012, como la Zona de Interés Artesanal más antigua de Andalucía.

Según el presidente de la asociación, Álvaro Montaño, hay más de 60 talleres activos en La Rambla y la mayoría de profesionales están afiliados y contribuyen a perpetuar el oficio milenario. "Se reconoce nuestra labor y, en comercialización, las exportaciones suponen el 50% de venta", indica. El comercio electrónico les está ayudando mucho.

El sector mantiene procesos clásicos, pero ha renovado maquinaria y utillajes de los talleres, siendo comunes hornos de gas, tornos eléctricos, galleteras, moldes, diluidores... Las líneas de producto se renuevan y agrupan en artículos para decoración, vajillas, menaje de hogar, artículos de baño, macetas, gazpacheras, fruteros, botijos… Toda la lista de artesanos y oferta está en esta web.

La fabricación depende de si es alfarería tradicional o cerámica decorativa y de menaje. La tradicional usa barro puro y poroso, que por ejemplo, suda en el botijo para refrescar el líquido interior. Grosso modo, el barro se extrae, se deja secar unos días, se incorpora a la pila y se le añade agua, se estira con un grosor de 20 centímetros para que pierda la humedad y se conserva, tapado, para trabajar durante todo el año. Luego se pasa por la máquina para quitarle impurezas y hacer las pellas de barro que se trabajarán en el torno.

Para la cerámica decorativa y menaje, el barro es más químico, pues se mezcla con otros elementos. En estado líquido se rellenan unos moldes de escayola y lo dejan secar y sale la pieza completa. También está el proceso de prensado, donde la pieza se extrae mediante la presión en una máquina. Finalmente, hay que cocer el barro, que suele someterse a dos cochuras; una primera cocción en el horno, para fijar la pieza, y una segunda, tras ser decorada, pintada con pigmentos y bañada en esmaltes.

Cohesión de artesanos y empuje colectivo hacen que La Rambla logre hitos como la Planta del Barro, que ha marcado el devenir del sector (papel crucial en la regulación de precios de las pastas cerámicas); consolidarse como referente en mercados profesionales y mantener y mejorar su Feria Internacional de Cerámica.

La Exposición Monográfica de Alfarería y Cerámica es la más antigua de España y pone en valor este oficio de histórica trayectoria en La Rambla, donde se hallaron vasos campaniformes que remontan esta práctica a 3.000 o 4.000 años de antigüedad. La feria En Barro no para de crecer: en la última edición, 83 piezas procedentes, además de La Rambla, de EEUU, Alemania, Argelia, Francia, etc.

Elaboración de piezas de cerámica en un taller de La Rambla. Córdoba

Anoru, la excepción que confirma la regla de los talleres

El análisis de la artesanía de La Rambla arroja una foto en la que la fisionomía de los talleres es la de pequeñas empresas familiares de entre uno y tres trabajadores y con varias generaciones dedicadas al oficio. Hay algún taller de tamaño medio y luego está Anoru, la excepción que confirma la regla. Allí trabajan más de 100 personas, que realizan cerámica de diseño y una producción en masa.

Esta fábrica de cerámica fue creada por Antonio Ortiz Soret en 1985 y aglutina décadas de experiencia bajo el lema "originalidad y calidad para decorar tu hogar". Más de 6.000m2 con un amplio stock de productos, gran variedad de esmaltes y piezas pintadas a mano por expertas pintoras. Su tendencia es de cerámica más modernas y vanguardistas. Las categorías que producen incluyen la terracota, bizcocho, jardinería y menaje de cocina, con una serie especial de rasca ajos.