La monumental encina, conocida como milenaria, ubicada en el término municipal de Rute no ha aguantado el último episodio de lluvias. Todo indica que la humedad ha propiciado que las rajas patentes que ya tenía en el tronco han acabado por partirla en dos. Una noticia que este martes se tomaba en un principio con incredulidad, al tratarse del 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, por lo que muchos pensaron que podía ser el montaje de una broma. Así lo pensó la concejala ruteña de Medio Ambiente, Ana Lazo, que, una vez confirmado el daño, y «al ver las imágenes hasta he llorado», lamentó a este periódico.

Al ser un ejemplar muy abierto, el peso de las mismas ramas ha propiciado, desde hace años, la aparición de estas fracturas en su madera. En los últimos años el Ayuntamiento había emprendido varias actuaciones para su puesta en valor. Como recuerda el alcalde y presidente de Diputación, Antonio Ruiz, desde hace cinco años se viene trabajando tanto en la mejora de sus accesos y señalización, como en su reconocimiento, «al tratarse de un ejemplar único por su antigüedad y dimensiones, como por la identificación con él y el cariño demostrado por los ruteños y vecinos de la comarca». 

Tres imágenes que muestran el estado en el que ha quedado el tronco de la encina milenaria. PADILLA

En cuanto al estado en que se encontraba, técnicos del vivero provincial de Diputación habían inspeccionado el árbol en varias ocasiones, «incluso se apuntaló hace unos meses una de sus grandes ramas», reconoce el alcalde ruteño, que entiende que a pesar de estar apuntalado, las oquedades en el tronco existen desde hace muchas décadas.

En esta línea incide Ángel Guerrero, biólogo consultado por Diario CÓRDOBA, que ha señalado que todos los troncos tienen una parte seca y que, además, en el interior suele acumular agua para los periodos sin lluvia, y que en este caso podría deberse a que en las oquedades que hay en el tronco se ha ido acumulando el agua y eso ha reblandecido el resto de la rama, que no ha podido soportar el peso de todo el agua que acumula la parte superior del árbol. A todo ello hay que unir el largo periodo de sequía que hemos atravesado, que, sin duda, lo ha debilitado aún más.

Otro de los factores que, según Guerrero, ha podido influir en esta fractura es que, quizás con la buena intención de conservarla, no se ha sometido a una correcta tala, lo que ha desequilibrado la parte aérea respecto al tronco. Por suerte, concluye el biólogo, cuando esto ocurre, siempre queda una parte del tronco firme en la tierra que es la que mantiene viva la planta.

La rotura se ha producido en el tronco principal, aun así, parte de la encina sigue en pie, lo que no significa el fin del árbol, de unos 500 años de edad, que sí se ha reducido a la mitad.

Excursionistas en la encina milenaria este mes de enero de 2021. PADILLA

Se trata de un árbol catalogado como singular en la provincia de Córdoba, dadas sus dimensiones, con 17,5 metros de altura, y su edad, estimada entre los 450 y 500 años. Una encina situada en las inmediaciones del arroyo Martín González, que es frecuentada por excursionistas y ciclistas, dado el poder acogedor de este árbol, que invitaba al visitante a introducirse bajo su dosel. Pocas encinas cubren con sus ramas una superficie de 600 metros cuadrados, con la particularidad de que sus enormes brazos descansan sobre el terreno convirtiendo su interior en una cúpula en la que caben nueve olivos. Este mismo año había participado en el concurso para designar el árbol de España 2022, quedando en noveno lugar.