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PATRIMONIO

Las obras en la torre de El Canuto en Rute destapan una fortificación nazarí

Cuando acabe la restauración el Ayuntamiento tiene la intención de iluminar el enclave

Las obras en la torre de El Canuto en Rute destapan una fortificación nazaríPADILLA

Los trabajos de restauración del torreón medieval de El Canuto han aportado novedades en este enclave arqueológico. Situado en la sierra de Rute a 980 metros de altitud, es todo un símbolo para la villa. Tras los trabajos previos, dirigidos por el arquitecto José Manuel Reyes y el arqueólogo Antonio Moreno, que han servido para consolidar y restaurar este torreón, se ha acometido una prospección en este entorno que ha ofrecido nuevos datos. Un trabajo realizado en estas últimas semanas «que está siendo muy interesante», ha constatado el director de las obras.

Según José Manuel Reyes, «han aparecido restos de una pequeña fortificación, un castillejo nazarí, donde se han localizado muretes y el quicio de una puerta». Teniendo en cuenta el contexto histórico, todo indica que a esta primitiva fortificación árabe se le sumó, en época cristiana, el torreón. En este caso explicaría el paso de la población de la zona de Rute Viejo hacia el actual emplazamiento de Rute, distante un kilómetro, conocido como Villanueva de Rute, más hacia el suroeste justo en la vertical del Canuto. «Todo apunta a que el castillejo estaba más relacionado con Rute el Viejo, mientras que la torre vino a reforzar el sistema de vigilancia de Villanueva de Rute, ya en época cristiana», explica Reyes.

Para el alcalde y presidente de Diputación, Antonio Ruiz, los cimientos y el hueco estaban poniendo en peligro la integridad de la torre, de titularidad municipal. Una vez completada la restauración, el objetivo final es iluminar El Canuto de forma sostenible, un símbolo de Rute para que sea visible de noche. Diputación y Ayuntamiento han aportado 134.000 euros al proyecto, de los que 91.000 euros vienen de la Diputación. «Unos trabajos destinados a que el monumento dure siglos», añade Ruiz.

Restos de la muralla hallada con los últimos trabajos.

Con la prospección ha aflorado un recinto amurallado «de planta casi cuadrada que, junto al alzado de mampostería que se encuentra al norte, delimita una superficie interior de 10 por 10 metros aproximadamente; la puerta, situada en el extremo sur del lienzo oeste, tendría unas dimensiones de 1,80 metros de anchura, siendo visible la gorronera del lado sur realizada en la roca madre y una segunda gorronera situada junto a la anterior parece indicar una remodelación de la entrada del recinto. Una escalera precaria daba acceso a un pasillo acodado desde el que se accedía a un amplio patio; el estado de arrasamiento del conjunto, con una importante erosión hacia el lado orientado al este, impide determinar la presencia de compartimentaciones en este espacio abierto», explica el arquitecto director de los trabajos, que también ha documentado un pavimento de mortero de cal y arena.

Al lado oeste de este espacio se ha delimitado una estancia rectangular, con un suelo también de mortero de cal y arena, de 2 por 4,70 metros y un posible acceso por el lado este. Esta estancia, cuya interpretación aún no se ha completado a la espera de consultar paralelos en edificaciones similares, presenta dos niveles pavimentarios, explican los restauradores. El análisis paramental permite establecer la existencia de al menos, tres pequeñas torres en este recinto fortificado. La secuencia estratigráfica indica que este castillejo, atribuible al período nazarí y relacionado con el antiguo asentamiento de la población de Rute El Viejo, fue desmantelada en parte cuando se construye la torre atalaya cilíndrica de El Canuto, a mediados del siglo XV.

Estos trabajos de restauración de la torre de El Canuto están finalizando después de una primera actuación para consolidar este emblemático monumento ruteño, declarado Bien de Interés Cultural, y de titularidad municipal, como recuerda la concejala de Cultura, Ana Lazo, quien también confirma que se trata de una atalaya fronteriza que en su origen tuvo un edificio anexo a la torre, ahora en excavación. El acceso al interior de la torre a través de un hueco ponía en peligro toda la estructura, además de no corresponder a ninguna entrada original, por lo que se ha tapado. Una intervención donde se diferencian con perfiles de plomo los nuevos elementos de las estructuras originales, acogiéndose a la ley de patrimonio.

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