La alcaldesa de Montoro, Ana María Romero, ha entregado este domingo a los maestros Santiago Cano López y su esposa, Consuelo Turrión Marín (a título póstumo), el título de Hijos Adoptivos de Montoro. Cano ha recibido de manos de la alcaldesa una medalla, un escudo de la ciudad y una placa. En ésta se argumentan “los desvelos en la creación del Museo Arqueológico de Montoro, por sus publicaciones y libros sobre nuestras leyendas, por sus enseñanzas docentes sin parangón, por su apoyo a la cultura popular, sabiduría ancestral y por ser unas personas buenas que eligieron vivir en Montoro durante más de cuarenta años”.

El acto, celebrado en el Museo Arqueológico que lleva el nombre de Santiago Cano, ha estado conducido por el cronista oficial y archivero municipal, José Ortiz, quien ha leído el acta en el que se aprobó por unanimidad de los 13 concejales del Pleno municipal dicho nombramiento, destacando que “desde el año 1969 hasta su jubilación, este matrimonio se entregó en cuerpo y alma por enseñar, difundir y mostrar lo mejor de la historia y patrimonio de la localidad por cualquier punto de la geografía española”.

El concejal de Cultura. Antonio Javier Casado, ha manifestado que tras cuatro décadas dedicadas a una de las profesiones más bonitas del mundo, como la de maestros, “el verdadero galardón es para todo el pueblo de Montoro, que es el que, con admiración y cariño, acoge a un hombre del mundo, discreto y sencillo, que quiso vivir en Montoro”. También ha dicho que “don Santiago y doña Consuelo han sido un ministerio de la Cultura de Montoro, donde pocos han llegado y pocos llegarán”.

Actividades como “Misión de rescate”, teatro, marquetería, reproducciones, fotografías, trabajos manuales, concursos, leyendas y cuentos siempre han estado ligados a través de ellos a la historia de esta ciudad.

Santiago Cano, con el recuerdo de su esposa, ha hecho unas referencias de lo que fueron sus vidas en Montoro, “un pueblo que elegimos para vivir renunciando”. Se ha emocionado hablar de la riqueza natural y monumental de Montoro, “renunciando a altas metas en mi carrera para seguir aquí como un montoreño más”. Ha añadido que “nuestra base de operaciones ha sido la Enseñanza, y a partir de ahí, además de educar a una buena cantidad de generaciones de montoreños, hemos puesto a Montoro a nivel regional, nacional e internacional en el lugar que se merecía en el ámbito cultural y patrimonial”. Como anécdota, ha hecho alusión a la final a la que llegó una de sus alumnas en un concurso internacional de pintura en Tokio.

Ha cerrado el acto la alcaldesa, quien ha manifestado que “parte de lo bueno que nos pasa a los que nos graduamos y hoy estemos en distintos campos profesionales de la actividad pública, se debe a la formación intelectual de nuestros maestros en Montoro”. Por último, ha indicado que “solo con educación se pueden salvar los obstáculos y las adversidades”. Aunque no fueron maestros de la alcaldesa, ésta reconoció que “a todos los que he oído hablar de ustedes lo han hecho siempre con elogio”. Ha apostillado que “la profesionalidad y buen hacer de estos dos grandes maestros”.