Cuando el cantautor asturiano Víctor Manuel compuso su canción Solo pienso en ti, tras leer en 1978 un artículo de los periodistas Sebastián Cuevas y Lola Galán en el que se hacía referencia a una pareja de novios, Mari Luz Castro y Antonio Roldán, que, juntos de la mano, al finalizar su jornada laboral en el complejo de Promi en Cabra, paseaban por el jardín, seguramente ya vislumbró que medio siglo después, como en este tema canta, «no puede haber nadie en este mundo tan feliz».

Y es que esa es la realidad 50 años después del nacimiento de lo que sería la Asociación para la Promoción del Minusválido, hoy Fundación Promi. En aquellos años el médico y cirujano Juan Pérez Marín, junto a un grupo de personas, entre otros José María Pérez Martos, Eduardo Ridaura Reig, Juan Muñoz Cruz, Juan Jiménez Fernández y Miguel Vacas Gutiérrez, conformaban la entonces Asociación de Cabezas de Familias de Cabra. Desde ella alzaron la voz en defensa de las personas que en la España de entonces, por sus condiciones psíquicas e incluso físicas, se encontraban ocultos en sus domicilios sin ningún tipo de derechos.

Sólo en Cabra, según un estudio que realizaron, la cifra ascendía a 109 «subnormales» y 654 en la comarca, viviendo ocultos en su domicilio por lo que representaban de «vergüenza», no solo para sus propias familias, sino para toda la sociedad, según recordaba el hoy presidente, Juan Antonio Pérez Benítez, hijo del fundador. Hace unos días se inauguró una exposición fotográfica, que, junto a otra serie de actos y eventos, está permitiendo conocer, sobre todo a los más jóvenes que no vivieron aquellos años, el arduo trabajo que desde diferentes entornos realizó el pueblo de Cabra y los egabrenses en unos años en los que, como la propia Fundación Promi destaca, «era difícil protestar, organizarse y trabajar por los más desfavorecidos, con una realidad social llena de dificultades y necesidades».

Estas adversidades eran superadas gracias al esfuerzo y tesón de muchas personas que han hecho que, a fecha de hoy, sean unas 600 personas con diversidad funcional los que la Fundación Promi, con unos 450 trabajadores, atiende en sus 16 centros repartidos por la provincia de Córdoba como ciudadanos de pleno derecho, incluido el ser felices, como cantaba el asturiano.

Los primeros frutos de ese esfuerzo llegaron en 1972, con la creación de las primeras unidades educativas para «deficientes mentales», en el Colegio de Educación Especial Niño Jesús de Termens, y la construcción en 1976, en las proximidades del paraje natural de la Fuente de las Piedras, del primer Centro para el Trabajo y Residencia de Deficientes Mentales Adultos. Esto hizo posible los primeros empleos formalmente constituidos, con salario normalizado, para personas con discapacidad psíquica. Toda una actuación pionera, ya que en aquel momento aún no existía la Ley de Integración Social para el Minusválido (Lismi), aprobada tres años después, ni estaban creados por ley los centros especiales de empleo.

El cantante Víctor Manuel, con Mariluz y Antonio, protagonistas de la canción ‘Solo pienso en ti’.

Con estos pasos empezó toda una «revolución» en lo social, laboral y educativo, entre otros ámbitos, de los hasta entonces denominados «subnormales» y a cuya definición Pérez Marín se propuso poner término en todos los foros, a nivel nacional e internacional, que situaron a Cabra a la vanguardia de la integración, cambiando el «chip» que hasta entonces se tenía de protección hacia aquellos para elevarlos, con todos sus derechos sociales, a ser ciudadanos de primera.

Promi consiguió en los primeros años de la década de los 80, junto a otras asociaciones, poner fin a la situación que los enfermos mentales tenían en los hospitales psiquiátricos, donde el 75% de la población deficiente mental adulta vivía y moría. Era una tarea complicada que pudo llevar a cabo gracias a la coincidencia que se tuvo con la reforma psiquiátrica que se impulsó en Andalucía, que llegó a desmantelar casi en su totalidad la red de psiquiátricos para dar paso a una nueva forma de atender al enfermo mental.

Estos cambios hicieron que hasta el centro de Promi en la Fuente de las Piedras y en las primeras viviendas tuteladas en las que ya vivían algunos discapacitados fueran objeto de interés no sólo de los profesionales y especialistas que centraban sus esfuerzos en situar a este colectivo en primer plano, sino también de responsables políticos que, desde presidentes autonómicos a ministros y autoridades de las instituciones europeas, pasaron por sus instalaciones para comprobar de primera mano que otra forma de afrontar la discapacidad era posible.

Todo ello sirvió para que entre otras muchas distinciones y reconocimientos se concediesen, no solo a Promi y a sus responsables, sino también al pueblo de Cabra, por parte del Real Patronato de Educación y Atención al Deficiente, el primer Premio Reina Sofía «por su ejemplar actitud integradora hacia sus deficientes» y que hizo que el 12 de noviembre de 1981 la propia Reina Sofía se desplazase a Cabra con el fin de entregar dicha distinción al pueblo egabrense, obligando la multitud congregada a las puertas del consistorio a que la monarca saliese al balcón principal para agradecerle dicha concesión.

La integración lograda es plena, no sólo sobre el papel, sino en la realidad del día a día. En cualquier rincón, calle o plaza es habitual ver desde hace décadas a las personas con diversidad funcional realizar su vida diaria como cualquier otro ciudadano más, ya que en este medio siglo de existencia la Fundación Promi se ha ido adaptando a las necesidades que han ido surgiendo, tanto en oferta de servicios como en adecuación de sus infraestructuras y dotación de los medios humanos y materiales necesarios para desarrollar su actividad. Esto ha contribuido a mejorar la calidad de vida del colectivo al que atiende.

Visita en 2012 de la entonces delegada de Salud, María Isabel Baena, a instalaciones de Promi.

Esta vocación de servicio, esfuerzo, entrega y enfoque hacia las necesidades de las personas en situación de dependencia y menores ha permitido a esta entidad crecer de manera sostenida, tanto en profesionales, programas y servicios prestados, como en instalaciones. Además, ha permitido potenciar las capacidades y cuidar a las personas en situación de dependencia y menores, prestándoles los apoyos necesarios para satisfacer sus necesidades y expectativas, mejorando no solo su calidad de vida sino también promoviendo el empleo de este colectivo.

Todo ello ha sido posible por medio de una organización social que continúa siendo referente por su implicación en el desarrollo integral de las personas y su inclusión, con centros de atención especializada para discapacitados adultos y personas mayores, así como residencias para gravemente afectados y gravemente afectados psicodeficientes, junto a otras para adultos y unidades de estancia diurna con terapia ocupacional.

A día de hoy Promi dispone de una variada red donde también contempla centro de atención a población infantil temprana e infanto-juvenil e, incluso, centros especiales de empleo. En esta caso, bajo la denominación de Crisálida, es referente en la prestación de servicios auxiliares a empresas, realizando todos aquellos servicios que puede externalizar para que pueda centrarse en su actividad principal. Así, ofrecen soluciones integrales y socialmente responsables a sociedades en servicios auxiliares, limpieza especializada, jardinería y mantenimiento integral de instalaciones, mediante el empleo de personas dependientes.

Se trata de una apuesta laboral a la que siempre ha estado unida la formativa y que, a través del Centro de Formación Profesional Juan Pérez Marín, ubicado en el Parque Científico Tecnológico Rabanales 21 de Córdoba, permite cursar estudios de técnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia y técnico superior en Integración Social. Tampoco se puede olvidar la labor que desde los años noventa viene realizando por la investigación y el desarrollo, a través del Centro de Investigación en Minusvalías y Tecnologías de la Rehabilitación, que, ubicado en el mencionado parque, han hecho que este sea el único centro investigador exclusivamente dedicado a las personas con discapacidad y mayores en España, desarrollando proyectos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de estas personas dependientes.