Ocho meses después de que el alcalde de Cabra, Fernando Priego (PP), presentara en su condición de senador una pregunta en la Cámara Alta dirigida al gobierno central, recordando en la misma que las obras que conforman el proyecto de restauración ambiental e integración urbana y paisajística del tramo alto del río Cabra se encontraban entonces paralizadas, el pasado mes de marzo, tras su inicio a finales del 2019, ahora de nuevo esta cuestión llegará al Senado en forma de enmienda, tal como ha señalado el vicepresidente de los populares egabrenses, Juan Ramón Pérez, ya que los trabajos se encuentran de nuevo parados.

El también delegado territorial de Agricultura, indica que tras resolver la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, CHG, el pasado mes de septiembre, el contrato que tenía con la empresa adjudicataria, la Compañía General de Construcciones Abaldo, SA, estos se encuentran ahora en punto muerto ya que si bien desde el gobierno central se anunció en dicho mes que se sacaría a licitación un nuevo contrato para principios del 2022 “siempre y cuando exista consignación presupuestaria”, esto a fecha de hoy, no será posible.

Pérez apunta que esto supone el incumplimiento del convenio suscrito por parte del Consistorio con la CHG, para unas obras que se encontraban en marcha y para las que al objeto de garantizar su continuidad, “el grupo popular en el Congreso de los Diputados ya presentó una enmienda para que se incluyese en los Presupuestos Generales del Estado del 2022 una partida presupuestaria que reflejase el proyecto del río Cabra, siendo ésta rechazada por el PSOE, Unidas Podemos y sus socios”.

De igual forma, tras solicitar el apoyo de todos los grupos para que se dote de presupuesto esta obra, demandó que se abonen las cantidades pendientes a 29 propietarios por las expropiaciones de terrenos para la realización de estos trabajos y cuya cantidad se aproxima a los 500.000 euros.

Las obras, que deberían haber comenzado en marzo del 2019 como así anunciara la entonces vicepresidenta del gobierno, la también egabrense Carmen Calvo, en enero de ese mismo año, en el transcurso de la firma del convenio de colaboración rubricado en la capital cordobesa entre el presidente de la CHG y el alcalde egabrense, se dijo que tenían un plazo de ejecución de 16 meses y 20 meses para el mantenimiento de las explotaciones.

Estas comenzaron en las últimas semanas del mes de diciembre del 2019 y se paralizaron a lo largo del verano del 2020, tras haberse realizado las labores previas de desbrozamiento del cauce del río a su paso por el paraje de las Huertas de Alcantarilla.

Recuperación y conservación

Este proyecto de restauración ambiental e integración urbana y paisajística del río Cabra en su tramo alto a su paso por el casco urbano y para lo que la Corporación municipal egabrense, de manera unánime en el año 2008, aprobó una moción del PP, fue adjudicada a la empresa Compañía General de Construcción Abaldo, S.A., tras ganar el concurso de licitación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, con una oferta de 2.507.846 euros, la más ventajosa económicamente de las presentadas y que salieron a licitación por una cuantía de 3.803.000,34 euros.

Los trabajos, financiados al 80% por la CHG y el 20% restante por el consistorio egabrense, tienen como cometido actuar sobre una longitud de 4.500 metros, con la finalidad de recuperar este espacio fluvial al objeto de evitar que se degrade aún más como consecuencia de la presión de las zonas aledañas, con abundantes vertidos e intensamente urbanizadas, industrializadas, cultivadas e intervenidas por el hombre.

También se persigue poner en valor los recursos naturales asociados a este tramo, al tiempo que dar respuesta a las demandas de las asociaciones ciudadanas, que solicitaban su protección y conservación. Para ello, se contemplan tareas de limpieza y acondicionamiento que permitirán, no solo detener la contaminación y los fenómenos erosivos que actualmente sufre, sino también la conservación de los tramos fluviales existentes y la recuperación ecológica de los más degradados e inestables.

Estas obras se completarán con la construcción de senderos, áreas recreativas y pasarelas, para mejorar su integración en el entorno, potenciando su relación con el patrimonio medioambiental, y el uso público y la educación ambiental de la población.