Montilla acogerá del 9 al 14 de julio próximos los actos centrales de las fiestas patronales en honor de San Francisco Solano. El recinto de la avenida de Las Camachas contará con una zona de atracciones infantiles, mientras que la plaza Puerta de Montilla será escenario de diferentes actuaciones.

El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, y la edil de Festejos, Soledad Raya, explicaron ayer que «pese a que la situación sanitaria por el covid-19 no permite retomar la Feria de El Santo con total normalidad, no queríamos dejar pasar la oportunidad de celebrar una festividad tan importante».

«Son días muy señalados para los montillanos que estamos aquí y, también, para los que están ausentes, por eso entendíamos que había que hacer algo proporcional a la nueva situación que se deriva del alto número de personas vacunadas», destacó el primer edil, que resaltó que las fiestas tendrán este año un carácter «muy vinculado a lo local» porque «la situación aún no permite hacer un llamamiento para una asistencia masiva».

Según Llamas, la ausencia de casetas en el recinto ferial «propiciará que el ambiente festivo de estos días se traslade al resto de la ciudad, donde los ciudadanos podrán disfrutar de la amplia oferta hostelera con la que cuenta la ciudad, lo que beneficiará a todos los barrios».

En esta ocasión, el pregón de Feria también servirá para conmemorar el 150 aniversario de la construcción de la primera conducción de agua en la localidad, diseñada en 1868 por el ingeniero militar, arqueólogo e historiador José María Sánchez-Molero, que falleció en 1874 con apenas 38 años. De este modo, el pregón, que tendrá lugar el próximo 13 de julio en el Paseo de las Mercedes, correrá a cargo de Ángel Gaya Curiel, sobrino nieto del militar.

«La traída de agua al casco urbano desde El Cuadrado fue un hito importante y, por ello, Ángel Gaya, en representación de la familia que vendió esa concesión al Ayuntamiento, será el encargado de recordar este aniversario», apuntó Llamas sobre el pregonero, que continúa con la tradición de encomendar esta labor a un montillano ausente.