El próximo lunes 31 de mayo comenzarán en el cementerio municipal de Aguilar de la Frontera los trabajos arqueológicos para la localización y exhumación de los restos óseos de las personas fusiladas en la localidad durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. De esta manera se reanudan unos trabajos que se iniciaron en el 2010 y que han estado once años parados por falta de financiación, según ha informado el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Aremehisa), Rafael Espino.

En un comunicado conjunto, la asociación memorialista y el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera detallan que la intervención, coordinada por la propia Aremehisa, tendrá una duración estimada de dos meses, estará al cargo de la empresa Arataspi y será dirigida por la arqueóloga Virginia Barea Pareja.

La demarcación en la que se desarrollarán las prospecciones "corresponde al lugar en el que el testimonio de Manuela Molina -testigo de los asesinatos- sitúa los fusilamientos dentro del cementerio, una zona que además coincide con el espacio en el que ya en el 2010 detectamos ocho grandes fosas".

En este sentido, tanto la investigación documental previa como los testimonios orales "acotan el entorno y conducen a este espacio concreto como lugar susceptible de guardar los restos de personas fusiladas, aunque hasta que no comience la excavación no será posible saberlo con absoluta certeza".

Por su parte, desde el Consistorio de la localidad han explicado que "estará presente en todo el desarrollo del proyecto, así como en cuantas intervenciones aborden la exhumación de víctimas de la dictadura en nuestro término municipal".

Los trabajos serán posibles gracias a la financiación del Ministerio de la Presidencia del Gobierno de España, la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), la Diputación de Córdoba y el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera.