Varios factores han motivado la transformación del hotel María Luisa, de Rute, en residencial María Luisa, una residencia privada para mayores con 50 a 56 plazas. Como ha explicado el director del proyecto, Yael Haro, desde hace años la localidad tiene "un periodo muy intenso de turismo durante una época concreta, para pasar a otros periodos del año con una demanda muy baja". Esto hacía difícil mantener "un hotel tan grande y con tantos gasto". A esto se añade la puntilla que ha dado la pandemia al sector turístico desde comienzos del año pasado. Con estos antecedentes, añade Haro, se plantearon varias alternativas para dar viabilidad al hotel y convertirlo "en una escuela de hostelería y turismo o una posible clínica privada, pero los estudios de mercado finalmente se decantaron por una residencia de mayores como proyecto más estable a largo plazo".

Con este proyecto, la familia Haro, dedicada a sector hotelero y oriunda de Rute aunque afincada en Cataluña, sigue su vinculación con esta localidad de la Subbética. Así lo ha dejado patente Yael Haro, que anuncia ahora esta transformación de este hotel abierto en Rute en 1988. La inversión que realizarán se acerca al millón de euros. Como ha detallado, la obra tiene un presupuesto de 750.000 euros y el mobiliario, 150.000 euros, más otras adaptaciones que hay que hacer en el edificio, como sistemas de llamadas y comunicaciones.

Casi una treintena de empleados

La reforma dotará al edificio, situado a la salida de Rute en dirección a Iznájar, de "todos los servicios como centro residencial, manteniendo toda la estética de hotel, con su privacidad y toda la libertad de entrada y salida dependiendo de la autonomía personal de los futuros usuarios, cumpliendo con toda la normativa que marca la Junta de Andalucía", explica Haro. Residencia con 31 habitaciones de entre 20 y 37 metros cuadrados, con balcón o gran terraza y amplios baños, donde seis habitaciones serán dobles. Además de zonas comunes con salas de estar de dos ambientes, sala de visitas, jardines y otros espacios que darán a la residencia un concepto abierto y de calidad, para sus 50 a 56 plazas que tendrán un precio, aún por definir, de entre 1.650 a 2.000 euros al mes. Esta residencia dará trabajo a 28 profesionales, ha señalado Yael Haro. La mayoría serán auxiliares de geriatría, también enfermeros, personal de mantenimiento, limpieza, cocina, administración, entre otros. Las obras se prolongarán durante ocho meses, y está previsto abrir para enero del 2022.