El pasado martes se firmó el protocolo para elaborar el convenio de Transición Justa para la zona del Guadiato, como medida compensatoria por el cierre de la central térmica de carbón de Puente Nuevo. ¿Qué significa para la Junta firmar este protocolo?

Pues significa, en primer lugar, cumplir acuerdos internacionales acerca del cambio climático, de la contención de la contaminación, de la reducción de la huella de carbono al máximo posible. Y esto, además, va paralelo a las iniciativas que vamos a poner en marcha en Andalucía en las tres zonas afectadas, como son Carboneras en Almería, Puente Nuevo en Córdoba y Los Barrios en Cádiz, de manera que haya nuevas actividades económicas que compensen e incluso superen la pérdida de empleo causada por el cierre de las centrales que utilizan carbón como fuente de energía.

El Guadiato es una de las zonas que está más necesitada de ayudas e incentivos para la reactivación económica y recuperación del empleo. Ahora parece que se vislumbra otro horizonte.

Bueno, nosotros vamos a poner toda la carne en el asador, todo nuestro esfuerzo para que, por un lado, se instalen empresas tractoras, empresas con gran capacidad de arrastre sobre la actividad económica. Y, en segundo lugar, lo que es muy importante, estimular el emprendimiento local para que haya nuevas empresas que presten nuevos servicios o que fabriquen nuevos productos, de manera que la población local pueda tener una vía de desarrollo personal y profesional a largo plazo. Ese es nuestro objetivo, y la colaboración que estamos viendo ya y que vamos a intensificar entre la Administración central, la autonómica y los municipios es fundamental.

Las ideas en las que esas empresas tractoras pueden ir trabajando están muy centradas en aspectos como la sostenibilidad y el ahorro energético.

Las iniciativas que vamos a promover son las relacionadas con las energías renovables, la eficiencia energética, la movilidad sostenible, la rehabilitación de edificios, la economía circular, la restauración de ecosistemas, porque fábrica que se desmantela, hay que reparar el ecosistema de alrededor; la adecuación al cambio climático y agricultura ecológica y, por qué no, también la tradicional.

¿Tienen ya la Junta o el Ministerio algún proyecto que pudiera ampararse dentro de este protocolo?

Ahora se ha firmado el protocolo, luego hay que firmar los convenios, donde se detallará la responsabilidad de cada parte, los recursos que ponen, que haya una coordinación y una gobernanza que sea coherente, y hasta que todo eso no se firme y se concrete, no tenemos herramienta ni entidad legal para llevar a cabo ninguna actividad. Yo creo que en la segunda parte del año será cuando haya iniciativas concretas para el Guadiato, además de estar firmados los convenios.

Los proyectos los tiene que presentar el sector privado, ¿no?

La generación de empresas es una acción privada. Nosotros, qué papel jugamos ahí, pues identificar proyectos tractores, eso es fundamental, y para ello tenemos que tener un grado de interlocución muy elevado. Ahí yo creo que la Junta de Andalucía puede jugar un papel muy importante, por las relaciones que tenemos con grandes empresas de todos los sectores. Además, los futuros convenios de transición justa van a versar también sobre otros temas importantes como la formación de los trabajadores para la adaptación profesional, captación de inversiones, impulso al emprendimiento, apoyo a la internacionalización de las empresas. Esas son las guías transversales que afectarían a todas las empresas y a los tres territorios. En todo caso, estas iniciativas público-privadas estarán alineadas con el plan industrial que estamos elaborando y que va a salir a la luz pronto, para el periodo 2021-2022, que hemos llamado Plan de Acción Crece Industria. Esto es importante para ordenar las ideas de las opciones e identificar los proyectos.

¿Se puede hablar ya de cuantificación económica, o es pronto?

Efectivamente, es pronto. Tenemos todavía que constituir el ente que vaya a asumir esto y a partir de ahí, cuando tengamos los papeles repartidos, tengamos claros los objetivos, los recursos con los que vamos a contar, entonces estaremos ya en condiciones de hacer números.

¿Hay ya previsiones del empleo que se puede generar?

Vamos a ver, nosotros lo que podemos cuantificar hoy es que en el caso de la provincia de Córdoba se verán afectados 129 trabajadores, pero no tenemos todavía, porque no hemos empezado a operar, cuánto empleo se puede generar. Lo que sí le aseguro es que vamos a ser ambiciosos, queremos que el empleo nuevo que se cree sea superior al que se ha perdido.

¿Contribuirá esta iniciativa a equilibrar económicamente los distintos territorios de la provincia entre los que hay una brecha importante, como es el sur, con municipios como Lucena con un alto grado de industrialización ,y el Guadiato, donde es prácticamente inexistente?

La Junta de Andalucía da una prioridad absoluta al sector industrial. Somos conscientes del valor que tiene tanto en generación de empleo como de cambio tecnológico y actividades de i+d. Estamos otorgando ayudas con fondos prioritarios a sectores muy punteros para que la actividad industrial sea más eficiente y más competitiva. Y en esa línea vamos a seguir, además, con vocación de internacionalización. El plan es diversificar industrialmente las distintas comarcas. Un ejemplo es el sector del frío de Lucena. En la política industrial es crucial y vamos a continuar por ahí.

El PSOE acusa a la Junta de haber estado reticente a la firma de este protocolo y de ir detrás de otras comunidades, así como de no apoyar a esta comarca.

La Junta de Andalucía ha estado en permanente contacto con el Instituto para la Transición Justa (ITJ), siendo conocedores de la marcha de los procesos que se han venido desarrollando. La Junta suscribe el protocolo en el momento en el que resulta necesaria su intervención, justamente para aportar su visión e instrumentos tanto en la selección de proyectos como en contribución al diseño del Convenio de Transición Justa, verdaderamente la clave para el desarrollo de la zona.

También pide que se puntúen bien las iniciativas que se presenten porque, según el PSOE, hasta ahora no lo han hecho.

Las convocatorias existentes hasta la fecha han sido publicadas por distintos entes dependientes del Gobierno central. Pero estoy convencido de que ambas administraciones somos conscientes de las necesidades específicas de las zonas afectadas por el cierre de las centrales. Y, por supuesto, en la Junta creemos que no solo se trata de puntuar las iniciativas, sino de crear un ecosistema industrial y empresarial amable con el medio ambiente y generador de riqueza y empleo.

En otro orden de cosas, ante la situación de concurso de acreedores de Rabanales 21, ¿tiene la Junta prevista alguna actuación para solventar esta situación?

No hay que olvidar que el concurso da lugar a la viabilidad y no a la extinción. Vamos a dejar trabajar a los administradores concursales. Tal y como se está demostrando y hemos creído siempre desde la Junta de Andalucía, la única vía posible de salvación dada su situación era el concurso de acreedores. Y Rabanales 21 es un activo importante para la actividad científica, tecnológica y empresarial de Córdoba.