Este comienzo del 2021 ha marcado a Rute Rutepor sufrir de lleno los efectos de la tercera ola de la pandemia. No habían finalizado las fiestas navideñas cuando el incremento de casos se hacía exponencial, pasando de tres casos a mediados de diciembre a 293 el pasado 21 de enero. Una cifra récord desde que comenzó la pandemia, en marzo del 2020.
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Con estos datos, la localidad se ha situado entre las que más incidencia ha tenido por el covid-19. Desde el pasado 17 de enero se encuentra en el nivel más alto (4, grado 2), por lo que la Junta aplica las mayores restricciones al superar la tasa de 1.000 contagios por 100.000 habitantes.
Rute vuelve a estar cerrado perimetralmente, y también aquellos establecimientos no esenciales. Tanto el 2020 como el 2021 han sido años en los que la localidad ha tenido que afrontar las tres olas de la pandemia. La primera afectó de lleno a la residencia de mayores, la segunda ola marcó la campaña turística previa a la Navidad, y esta tercera deja a la localidad prácticamente confinada.
Los más perjudicados de las restricciones en esta tercera ola son de nuevo los 42 bares y restaurantes de la localidad, así como comercios de ropa y zapaterías.
La resignación cunde entre estos autónomos y micropymes ante estas duras medidas. Llevan diez meses sin un consumo estable, ni siquiera durante la Navidad, y ahora en el periodo de rebajas, con todo cerrado, va a ser imposible dar salida al estoc acumulado.
Las tiendas
Cecilia Molina, propietaria de una zapatería en el centro de Rute, lamenta estas restricciones, cuando «los pequeños comercios cumplen con todos los protocolos de seguridad y nunca tienen acumulación de clientes». Tampoco entiende «que un niño que necesite calzado para el colegio no pueda adquirirlo porque las zapaterías no son esenciales, lo que están haciendo muchas familias es comprarlo en las grandes cadenas de venta por internet».
Todos estos comercios están agrupados en ACER, la Asociación de Emprendedores y Comerciantes de Rute. «Con estas restricciones lo único que se está beneficiando es a las grandes plataformas de ventas on line y asfixiando al comercio de proximidad», explica la presidenta de ACER, Eva Díaz, quien recuerda que sus asociados ya organizaron una cacerolada de protesta el pasado mes de noviembre. Rute es también una población que recibe vecinos de localidades cercanas, y los sábados son días intensos para el pequeño comercio. Pero con el mercadillo suspendido, que se celebra en sábado, y los cierres perimetrales, este día de ventas está perdido, apunta la presidenta de ACER.
Díaz valora los esfuerzos del Ayuntamiento con las ayudas que ha establecido, que van desde la eliminación de la tasa municipal de veladores, el pago de cuotas de autónomos a subvenciones directas, «pero lo que queremos es trabajar y estar abiertos a nuestros clientes», se lamenta Díaz.
De momento, la manera de salir de estas duras medidas pasa por reducir la tasa de contagios. El alcalde, Antonio Ruiz, ha pedido a sus vecinos que reduzcan la movilidad y salgan solo para lo imprescindible. «De esto va a depender estabilizar y comenzar a disminuir la curva», que ha llegado a un pico de 293 casos en los últimos 14 días y que ahora se sitúa en 219 y 74 casos en los últimos 14 y 7 días (este último dato muy positivo), con una tasa de incidencia de 2.212,6 casos por 100.000 habitantes. Cifras que indican un descenso, aunque aun quedan muchos días para bajar la tasa de los 1.000 y que todos los comercios puedan volver a abrir. El alcalde no es partidario de un confinamiento domiciliario obligatorio porque, «aunque es muy efectivo, también tenemos que mirar por la economía y hay que combinar ambos elemento», por lo que ha pedido «responsabilidad colectiva».
La lucha contra el coronavirus continúa en Rute. Este domingo 31 de enero los mayores de la residencia y los trabajadores reciben la segunda dosis de la vacuna de Pfizer. El alcalde también ha valorado otro de los asuntos reclamados a la Junta, como es el acceso de la Policía Local a los datos de los positivos por coronavirus en Rute. De esta manera, los agentes realizan una labor de control y vigilancia «con el seguimiento del aislamiento que deben hacer los contagiados, es una medida positiva porque esto hace que dichos aislamientos sean estrictos», según el alcalde.
