El mercado europeo sigue sin existir para los cítricos de la Vega del Guadalquivir en esta campaña 2018-2019. El presidente de la asociación profesional citrícola Palmanaranja, Antonio Carmona, califica la situación como «muy preocupante, los mercados europeos son nulos, no encontramos posibilidad de venta en Europa». Explica que si la naranja de la Vega tuviera que competir con los precios de la fruta que entra a estos mercados desde países terceros «sería la ruina del agricultor». Sobre cuándo puede terminar esta realidad, señala que en los mercados europeos se baraja que la fruta que llega de terceros países puede finalizar en el plazo de un mes o mes y medio. En este punto, esperan «que el tiempo acompañe para recolectar lo que queda en el campo».

La campaña citrícola se encuentra en torno a un 65%. Carmona dice que «queda mucha fruta en el árbol», ya que Europa absorbía tradicionalmente entre un 60 o un 70% de la producción de la zona, e indica que los países donde están comercializando -China, Corea, Singapur o Canadá-, no asumen tal volumen de producción.

La producción de Sunarán hasta el momento es de 31 millones de kilos sobre un aforo de 50 millones. Esta firma, constituida en OPFH, organización de productores de frutas y hortalizas tiene consolidada su presencia en mercados asiáticos, también exporta a Canadá. Otras OPFH en Palma son Guadex, Las Huertas y, recientemente, Coare.

Por su parte, Asaja subraya que las pérdidas de los citricultores rondan los ocho céntimos el kilogramo, lamentando que la situación es crítica al no poder comercializarse la fruta. El presidente de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, manifiesta que la mayor parte de la naranja se encuentra aún en el árbol sin comercializarse porque «no se vende», indicando que «está ocasionando un retraso en la recolección con respecto al año pasado, que por esta fecha se encontraría prácticamente al 75%».

Para Fernández de Mesa, el presente ejercicio «es uno de los más catastróficos de la historia del sector de la naranja en Córdoba». Argumenta que no se cubren los costes de producción debido «a un mercado saturado por la competencia desleal que ejercen los cítricos procedentes de terceros países». Asaja pide al Gobierno de España que interceda ante la Comisión Europea para que se apliquen las cláusulas de salvaguarda frente a los cítricos de países como Egipto y Turquía.