La consignación económica y el grado de ejecución del Plan Impulso de la Diputación ha enfrentado dialécticamente a los grupos popular y socialista. En concreto la polémica la inició el viernes el portavoz del PP, Andrés Lorite, quien afirmó que «el tan cacareado Plan Impulso es un espejismo, ya que ni existe ni tiene consignación económica en el Presupuesto del 2016». El portavoz popular dijo que su grupo ha pedido copia del contenido del plan, «aunque nos tememos que no nos lo van a facilitar, ya que es un plan imaginario, ficticio y un engaño a la sociedad cordobesa por parte del presidente de la Diputación». Lorite se refirió también a la labor del cogobierno del PSOE e IU, «incapaz -dijo- de ejecutar el presupuesto en materias básicas como son las infraestructuras, los programas de empleo o la atención social, materias fundamentales para la sociedad cordobesa».

Por su parte, la portavoz socialista, Ana Carrillo, pidió ayer a Lorite que «antes de criticar y lanzar falsas acusaciones se informe de las actuaciones y planes que ha puesto en marcha el equipo de gobierno». Dice Carrillo que el portavoz popular «tiene un absoluto desconocimiento de lo que ocurre en la institución» y asegura que el equipo de gobierno lleva «varios meses trabajando en el Plan Impulso», que, de momento «ha devuelto el diálogo social al Palacio de la Merced algo que no existió mientras gobernaba el PP». Y anunció en unos días se firmará en el marco de dicho plan el Compromiso por Córdoba. H