PROFESION CARPINTERO Y ALBAÑIL

TIEMPO SIN EMPLEO CUATRO AÑOS

Rafael Egea Cabrera es un joven lucentino de 30 años que lleva cuatro años engrosando las filas del paro. Ha agotado ya todas las prestaciones y tiene grandes dificultades para sacar adelante a su familia. Es padre de un niño de 5 años y sobrevive gracias a las pocas horas sueltas que su mujer consigue en trabajos de limpieza y a la ayuda de sus padres, también en paro. Tras una negociación con el banco, consiguió rebajar temporalmente la cuota mensual de su hipoteca de 900 a 300 euros, pero la realidad es que dentro de siete meses deberá volver a pagar la cuota íntegra y eso, de momento, parece imposible. Desde niño ha estado trabajando en carpinterías y en la construcción, pero la caída en picado de la actividad de ambos gremios hace materialmente imposible encontrar empleo en ellos. Rafael se enfrenta a un futuro incierto y ve con pesimismo su situación: "De ésta no parece que vayamos a salir pronto", se lamenta. Rafael pide al Gobierno que se plantee mantener una ayuda mínima para las personas que están en esta situación de demanda de empleo.