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REPORTAJE

Un nuevo uso para el monasterio

El emblemático convento de San Francisco de Priego ha sido sometido a una profunda restauración para convertirlo en un hotel rural con trece habitaciones y hacer de él un centro cultural que podrá ser visitado

En fechas próximas abrirá sus puertas al público, gestionado por una empresa andaluza del sector hotelero, el antiguo convento de San Francisco de Priego de Córdoba, fundación del siglo XVI, con importantes restos ornamentales de los siglos XVII y XVIII.

El edificio que acaba de ser restaurado bajo la dirección de Alfonso C. Ochoa Maza y Eduardo Ramírez Rosa, actuando como arquitecto y arquitecto técnico respectivamente, según el proyecto redactado por el arquitecto José Antonio Gómez-Luengo Bravo, está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de monumento y fue fundado por el primer marqués de Priego, sobrino del Gran Capitán.

Tras su desamortización en el siglo XIX su recinto fue ocupado por un taller de alfarería y, posteriormente, por una fábrica textil. En su sede se celebran desde hace más de quince años cursos de verano y congresos auspiciados por la Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos con la colaboración de centros de investigación, universidades y colectivos culturales (asociaciones y reales academias) y el Ayuntamiento de la ciudad.

El promotor de esta obra, el profesor Manuel Peláez del Rosal, ha formulado un proyecto de convenio que ha presentado al Consistorio para organizar en su claustro porticado eventos culturales y utilizar el refectorio y otras dependencias para exposiciones de gran formato, poniendo a disposición de la ciudad un espacio de más de 700 metros cuadrados, comprometiéndose a mantenerlo abierto para ser visitado en el mismo horario que la iglesia aneja, que es propiedad de la diócesis, en jornadas de mañana y tarde. En la restauración de este antiguo convento la propiedad ha invertido 600.000 euros y la Consejería de Turismo (Fondos Feder) 238.000.

El resultado de las obras de restauración ha sido magnífico, como podrán comprobar a partir de ahora todos los vecinos, siendo el motivo de satisfacción doble, puesto que se recupera un gran patrimonio histórico y artístico para la ciudadanía y un enclave de extraordinario valor sentimental por su vinculación con la Semana Santa y fiestas votivas de mayo.

La restauración ha permitido rescatar, en la medida de lo posible, la estructura inicial del convento en sus cuatro crujías, inferiores y superiores, tabicadas o incluso desaparecidas desde tiempo inmemorial. También se ha ubicado un ascensor, que se conforma como un acceso vertical, próximo a la escalera dotada de rica pasamanería barroca.

En la planta baja, en líneas generales, destaca la consolidación del refectorio que servirá de sala polivalente, el cuerpo principal de escaleras de bello trazado y amplias proporciones con la reposición de una gran yesería totalmente reintegrada con fijación de restos pictóricos y dos galerías cuyos techos de madera se han limpiado y restaurado.

En la planta alta se han realizado mejoras del sistema estructural y ordenado las diversas actuaciones llevadas a cabo a lo largo de la vida del edificio, siendo de destacar la recuperación de todo el volumen simétrico, en cuya ala este se han distribuido dos plantas en las que se han dispuesto trece habitaciones dobles, recayentes al antiguo huerto del convento.

También se ha reconstruido la galería sur, que servirá de sala de conferencias y reuniones científicas. Se ha descubierto la entrada primitiva al claustro desde la antigua guardianía, antes de que se horadara la base de la torre en el siglo XVII.

Asimismo, se ha consolidado y limpiado los arcos y columnas de las crujías norte y oeste, que estaban cegados para evitar su derrumbe, ya que se encontraban en muy mal estado.

De esta forma, la recepción del edificio ha quedado como un espacio abierto al que se accede directamente tanto desde el Compás o Plaza de San Francisco como desde la calle Caño de los Frailes. Como obras complementarias, se ha sustituido toda la instalación eléctrica, la fontanería y el saneamiento, y se ha dotado al edificio de una nueva iluminación. Los trabajos de consolidación se iniciaron en el año 1979 y se han prolongado por espacio de treinta años, siendo la intervención más importante la ejecutada por la empresa granadina Promociones Guijarro, SL durante el pasado año y el actual.

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