María Carrillo es la creadora del fitflam, y ayer hizo una demostración en la Caseta Municipal sobre esta disciplina, con la participación de niños, alumnas y monitoras que trabajan con ella.
-¿En qué consiste el ‘fitflam’?
-El fitflam es una nueva disciplina deportiva en la que combinamos el fitness con el flamenco.
-¿Se puede practicar en todas las edades?
-Es apta para todos los públicos. Tiene muchísimos beneficios. Se suelen quemar entre 600 y 800 calorías en cada clase. Además se tonifican todos los músculos del cuerpo, mejoramos la coordinación y la flexibilidad. Es apto para niños. Vamos a colegios, centros de mayores o gimnasios. Y estamos presentes en toda España.
-¿Es usted la creadora del ‘fitflam’?
-Sí. Yo lo he inventado. Soy la creadora del fitflam. Hacemos cursos de formación y tenemos instructoras en varias zonas. En Córdoba tenemos cinco o seis instructoras, y también en Sevilla, Málaga, Granada, Madrid, Valencia, Jaén, Barcelona, Asturias. Y, ahora, estamos dando el salto fuera de España. Estamos en Francia, Suiza y Paraguay, empezando a descubrir Latinoamérica.
-¿Que es lo que más impresiona de esta técnica?
-El fitflam, aparte de ser un deporte, es un flamenco fácil para la gente. A las personas que no están acostumbradas al flamenco y le tiene «miedo», se lo acercamos, porque son pasos fáciles y divertidos, con canciones muy actuales, mezcladas con flamenco, y otras más tradicionales, las «de toda la vida, que las tarareamos, a la vez que las bailamos. Con ello acercamos a la gente al flamenco. Desde Despeñaperros para arriba, que tienen «más miedo» al flamenco, cuando nos ven, se enganchan, pues algo que para ellos era difícil, se lo hacemos fácil.
-¿Es una manera, además de realizar ejercicio físico, de aprender a bailar flamenco?
-Exactamente. Nuestra fusión es salud, alegría y cultura. Trabajamos en gimnasios, centros de mayores y colegios. Estamos introduciéndonos en hoteles y nos están contratando como animadoras para eventos y ferias, creando un ambiente flamenco y cercano, de fiesta flamenca, donde no se está sentado en una silla, sino bailando con nosotros, desde una rumba, a unas bulerías o unos tanguillos, con mensajes positivos y para que con la práctica puedan aprender un poco de compás, algunos pasos y coordinar brazos con pies. En nuestras clases se viene a hacer deporte, no se viene a aprender flamenco, pero con la práctica se aprende un «poquito».
-¿Para practicar la disciplina del ‘fitflam’ se necesita un equipo especial?
-Sí. Nosotras tenemos un merchandising muy original. Mallas con volantes, zapatillas de deporte, camisetas de flecos, flor en el pelo y lunares por todos lados. Es como si fuéramos una flamenca actual. La flamenca de toda la vida en el tablao, está muy bien, pero igual que nos actualizamos en móviles y en las nuevas tecnologías, también nos tenemos que actualizar en flamenco.