Entrevista | Antonio Varo Baena Epidemiólogo y escritor

«Va a ocurrir otra pandemia, lo que no sabemos es si será dentro de 5 o de 20 años»

«La potabilización del agua y las vacunas son lo que más ha contribuido a mejorar la salud», afirma

Antonio Varo Baena, experto en Epidemiología.

Manuel Murillo

M.J. Raya

M.J. Raya

Quiso el destino que el médico Antonio Varo Baena, que se acaba de jubilar como jefe de Epidemiología de la Delegación de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, naciera en Montilla un 7 de abril de hace 65 años. Cada 7 de abril, a nivel internacional se celebra el Día Mundial de la Salud. Aunque también podía haber nacido este doctor y escritor un 21 de marzo (Día Mundial de la Poesía) o un 23 de abril (Día del Libro), pues es autor de cerca de 30 poemarios, varios ensayos y obras de teatro. Por su trabajo, este facultativo ha estado vinculado a destacadas mejoras en salud pública y también al abordaje de graves problemas sanitarios como la gripe A, la pandemia del covid o la crisis de las vacas locas.

-Su padre fue médico. Su hermano también y su hijo Rosauro igualmente. ¿Le atrajo la medicina desde pequeño?

-Sí. Veía a mi padre en la consulta que tenía en casa y ya me gustaba. He estado 40 años como funcionario médico de la Junta de Andalucía y algo menos de tiempo como jefe de Epidemiología de la Delegación de Salud.

-A lo largo de su trayectoria, ¿qué aportación cree que ha podido hacer para mejorar la medicina preventiva y la salud pública?

-Además de trabajar en temas como las enfermedades raras, estimo que se ha avanzado bastante en vigilancia epidemiológica, con enfermedades como las encefalopatías espongiformes u otras de declaración obligatoria, como la brucelosis. En los años 80 se me ocurrió implantar un programa de control de la brucelosis desde la sanidad pública. Por otro lado, también he estado muy involucrado en el abordaje y registro de los casos de VIH y sida. Aunque no fue idea mía, he venido participando en la comisión técnica institucional frente al VIH Sida, que entrega cada año el premio Pepe Espaliú, así como igualmente he formado parte de la comisión de prevención de riesgos laborales y he hecho aportaciones en salud laboral.

-¿Qué valor tiene la epidemiología para la mejora de la salud de la población?

-Durante la pandemia del covid se le dio valor a la epidemiología. La mayoría de la población no sabía lo que era la epidemiología ni cuál era su trabajo. A mí me decían que ejercía cualquier faceta médica, menos la de epidemiólogo. Hasta criminólogo me llegaron a llamar. Se descubrió esta profesión, para conocer, analizar e instaurar medidas preventivas con respecto a la salud de la población. La vigilancia epidemiológica se logra a través de medidas generales, como la higiene de manos, las vacunas o la potabilización del agua. Cuando empecé en mi trabajo no estaba el agua potabilizada ni había saneamiento integral. Son medidas que, mediante la vigilancia epidemiológica, se recomienda que se implanten porque son las que más contribuyen a garantizar la salud y a mejorar la esperanza de vida, más que los antibióticos u otros avances sanitarios. Antes de la potabilización del agua había muchos brotes de gastroenteritis. Recuerdo que sobre 1985 hubo decenas de casos en Fernán Núñez de fiebre tifoidea a través del agua. La potabilización del agua, junto con las vacunas (cuya tasa de vacunación general supera en Córdoba el 90%), son las medidas que más han contribuido en el mundo a mejorar la salud de la población.

-¿Qué se puede hacer para evitar en España brotes como el actual de tos ferina u otros que está habiendo en Europa de sarampión?

-En Europa está habiendo menos vacunación de sarampión desde la pandemia y está rebrotando esta enfermedad, aunque no a los niveles de hace diez años que hubo miles de casos. No estar vacunado del sarampión puede tener sus riesgos, porque se puede complicar con una neumonía. Lo mismo ha pasado con la tos ferina, que ha caído la tasa de vacunación y hay que hacer esfuerzos para que se recupere para que no muera ningún bebé por este motivo. El año pasado hubo una muerte por tos ferina en España de un niño de una madre no vacunada de tos ferina.

-¿Cuánta probabilidad existe de que pueda volver a producirse una pandemia como la del covid?

-Va a producirse otra pandemia, lo que no sabemos es si será dentro de 5 o de 20 años. Con respecto a la gripe aviar, ya se están fabricando vacunas específicas por si hiciera falta, en un momento dado, vacunar a la gente que trabaja con gripe aviar. Se ha hecho este modelo de vacuna por si surge una pandemia, para que la vacuna se fabrique lo más pronto posible, porque puede ser que en la próxima pandemia haya un salto a la especie humana. Puede haber alguna mutación en el virus y afectar a más personas como ocurrió con el coronavirus. El coronavirus existía desde antes, pero hubo cambios que derivaron que hubiera afectación en personas.

-En un anterior libro suyo, llamado ‘Palmas y aplausos’ escribió: «he vivido y trabajado en otras epidemias: sida, meningitis, vacas locas, ébola, gripe A. Esta es la epidemia», ¿Cuál de estas etapas recuerda como más negativa o es imposible de medir?

-Como he señalado antes, viví lo peor de la pandemia de sida y también el brote más grande de brucelosis, que hubo en Palma del Río a primeros de los años 90. Por otro lado, en 1997 se produjo una crisis de meningitis C. Atendíamos cientos de llamadas de personas que se querían vacunar y, cuando por fin vino una vacuna nueva, se solucionó todo. Nos tuvimos que enfrentar a la crisis de las vacas locas con el inicio de siglo; a la gripe A en el año 2009 (cuyo primer caso me cogió de guardia); al brote de ébola en 2005 y más recientemente a la pandemia del covid. Además, de otras alertas sanitarias, como la de la listeria, o la vigilancia del calor. Recuerdo la ola de calor que en 2003 recorrió toda Europa. La labor de concienciación frente a las altas temperaturas está contribuyendo a que no haya tantos episodios de golpes de calor cada verano.

-En una entrevista que le hice en julio de 2020, en los primeros meses de la pandemia del covid, me decía que la letalidad del covid era entonces 10 a 20 superior a la gripe, pues en aquel momento aún no había vacuna. ¿Esa comparación ha cambiado con el tiempo?

-Ahora puede ser algo superior la letalidad de la gripe frente al covid, porque hay bastante vacunación frente al coronavirus, así como inmunidad natural o adquirida. En julio de 2020 era un virus nuevo y no había esa inmunidad.

-Sus últimas publicaciones son el libro ‘Pandemónium’ (sobre la pandemia del covid), el poemario ‘Leteo’ y la obra de teatro ‘El Hijo’. ¿Posee varios yo para tan prolífica actividad?

-Pandemónium recoge artículos, publicados en Diario CÓRDOBA, de tipo divulgativo y científico, sobre la pandemia; notas pospandemia, aportaciones sobre temas concretos (mascarillas, transmisión comunitaria) y una especie de aforismos que ya tenía publicados de antes, así como entrevistas que me realizaron Diario CÓRDOBA y otros medios de comunicación. Se llama así el libro porque, a través de la pandemia, se produjo un pandemónium, tuvo mucho de actualidad. Se mencionan errores y aciertos y aporto datos resumidos que pueden ayudar a personas que quieran conocer el tema más profundamente. Por otra parte, el miércoles pasado presenté el poemario Leteo (el río del olvido) y la obra de teatro fue presentada el pasado viernes. Versa sobre un autor griego de origen sefardí, nacido en Constantinopla. Tiro del hilo de un acontecimiento familiar. Al protagonista de El Hijo se le muere el padre y hace una reflexión interior sobre determinadas circunstancias de la vida, con un final que no escapa de la intriga. Por otro lado, el día 22 vamos a presentar en el Círculo de la Amistad un disco de flamenco con letras mías, dedicado a Manuel Benítez El Cordobés, con la actuación de Antonio de Pozoblanco y Rafael Trenas.

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