El Imibic investiga por qué ciertos alérgicos al olivo de la Subbética sufren más asma grave

El grupo de Inmunoalergia del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), que dirige Rafael Solana, y del que forma parte la jefa de sección de Alergología del hospital universitario Reina Sofía, Berta Ruiz, lidera un proyecto de investigación nacional, financiado por el Instituto de Salud Carlos III, para tratar de encontrar respuestas a por qué un grupo de pacientes alérgicos al polen de olivo, concretamente los que están sensibilizados a la proteína minoritaria Ole e 7, sufren más asma grave y una peor respuesta clínica al tratamiento farmacológico y a la inmunoterapia.

Berta Ruiz ha explicado, en una rueda de prensa ofrecida este viernes en el Reina Sofía para analizar cómo se presentan esta primavera en Córdoba las alergias a pólenes esta primavera, que este grupo de pacientes alérgicos al polen de olivo afectados por una más negativa respuesta al tratamiento se concentra sobre todo en la provincia en la Subbética, que es una área de polinización extrema, de forma que en esta zona la mayoría de las personas sensibles a este polen, lo son a las proteínas Ole e1, Ole e 7 y Ole e 9).

En esta zona geográfica se produce una forma de la enfermedad por alergia al polen de olivo de particular complejidad, definida por una mayor incidencia de asma grave, con una más negativa respuesta clínica al tratamiento farmacológico y a la vacunación, ha expuesto esta especialista.

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Nuevos protocolos de tratamiento

Ruiz ha recalcado que desde el servicio de Alergia del hospital Reina Sofía se trabaja en la búsqueda de nuevos protocolos de tratamiento que persiguen mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Con este objetivo, se acaba de iniciar este proyecto nacional, junto con otro grupo de investigación de gran nivel, que analiza un panel de biomarcadores inflamatorios a lo largo de un curso de tratamiento personalizado en pacientes con asma grave por el polen de olivo sensibilizados con la proteína minoritaria Ole e 7. El proyecto financiado por el Instituto de Salud Carlos III ha empezado en marzo y están participando en el mismo unos 25 pacientes.

Cabe destacar que el servicio de Alergia del Reina Sofía fue pionero en implantar hace unas dos décadas el diagnóstico molecular, que permite hacer diagnósticos más precisos, de los que se benefician especialmente los alérgicos al polen del olivo, con vacunas específicas a la proteína o proteínas del polen a la que el paciente presenta sensibilidad.

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